Condenan a cuatro años de cárcel al toxicómano que mató a otro tras una riña por una cama en Lanzarote

Un jurado popular consideró a finales del mes pasado culpable de un delito de homicidio imprudente a Carmelo Marcelino S. R., tras apuñalarlo mortalmente en el pecho en una vivienda semirruinosa en un barrio de Arrecife. Ahora, ...

9 de octubre de 2006 (15:13 CET)
Condenan a cuatro años de cárcel al toxicómano que mató a otro tras una riña por una cama en Lanzarote
Condenan a cuatro años de cárcel al toxicómano que mató a otro tras una riña por una cama en Lanzarote

Un jurado popular consideró a finales del mes pasado culpable de un delito de homicidio imprudente a Carmelo Marcelino S. R., tras apuñalarlo mortalmente en el pecho en una vivienda semirruinosa en un barrio de Arrecife. Ahora, el juez ha hecho pública su sentencia en la que impone cuatro años de prisión y 60.000 euros de indemnización a la familia de la víctima sin que haya concurrido ninguna circunstancia modificativa de su responsabilidad criminal.

Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 27 de mayo de 2005, cuando Carmelo Marcelino S. R., para quien el Ministerio Fiscal pedía 12 años y 6 meses de cárcel, se dirigió a la vivienda en la que vivía desde hacía dos semanas para descansar después de pasar la noche con una mujer consumiendo crack, heroína, alcohol y trankimazin, tal y como el propio acusado expresó durante la vista oral. En ese momento encontró a ‘El luso' fumando en la única cama existente y en la que solía dormir.

A partir de este momento se inició una disputa en la que la aparición de un cuchillo que usaban para manipular el crack determinó la muerte de uno de ellos. El encartado aseguró que fue ‘El luso' quien lo cogió y se puso "como una fiera" por eso "se lo clavaría sin querer él mismo al caer en la cama" tras un forcejeo. El jurado no consideró probado el hecho de que el imputado tuviese la intención de matar a su víctima.

Un único testigo ‘El portugués' apareció en la habitación y relató ante la policía que vio a Carmelo a horcajadas encima de la víctima y con el cuchillo en la mano y cuya declaración sirvió como prueba, entre otras, para determinar culpable al acusado.

ACN Press

LO MAS LEÍDO