Lanzarote estalló en fiestas por toda la geografía insular. El 2007 fue recibido a lo grande por los lanzaroteños, por los visitantes de la Península que quisieron recibir el nuevo año una hora después y turistas que dejaron atrás el frío de sus países de origen.
Uno de los puntos clave de la celebración fue Teguise, donde unas quinientas personas se reunieron en la plaza de San Miguel para tomar las doce uvas frente al reloj de la Iglesia.
Poco a poco fueron llegando los vecinos del pueblo para recoger sus uvas y su correspondiente champán en un puesto situado en la plaza, aunque alguno, se quedó sin los frutos de la suerte que cada año reparte el Ayuntamiento de Teguise.
No faltaron gorritos, papelillos de colores, fuegos artificiales y los que se atragantaron con las uvas un año más, pero lo importante, era recibir el año con buen humor. Pero la fiesta continúo en toda la isla y poco después era Puerto del Carmen la que celebraba el 2007 con la espectacularidad de una traca de fuegos artificiales en la playa. Miles de personas se dieron cita en la avenida de Las Playas para bailar y festejar al aire libre, al son de la música en directo.
Todos los municipios celebraron a su manera la entrada del año nuevo. Fiestas que terminaron con el sol bien alto a la mañana siguiente.
En Arrecife los jóvenes que asistieron con sus mejores galas a los tradicionales cotillones, regresaban con las corbatas ya torcidas ellos y los zapatos en la mano ellas, había sido una larga noche de diversión, para dar la bienvenida a los próximos 365 días.