FOTOS: Sergio Betancort
"Si lo siguen dejando se va a hacer otra Rocar. Allí había toda la miseria que podría haber y había muchos indigentes viviendo. Aquí, va a ocurrir lo mismo". Así habla Mercedes Corujo, vecina de Arrecife, del esqueleto de lo que iba a ser el edificio Marina Naos, en la avenida Medular de la capital. Las obras, impulsadas en su día por el empresario Luis Lleó, llevan más de cuatro años inconclusas y abandonadas.
Esta vecina, que regenta un negocio junto a la edificación inacabada, lleva años batallando para que la zona se limpie. "Hay gente dentro, que se está metiendo, hacen fuego, hay miseria, problemas de salubridad, de sanidad porque hay un sótano con agua, con mucha porquería", advierte. Además, denuncia especialmente la suciedad que se va acumulando y el deterioro que va afectando al edificio, a medida que pasan los años de abandono.
Ante esta situación, Corujo asegura que se ha reunido en múltiples ocasiones con las autoridades locales, insistiendo para que el problema se arregle, en concreto, cuenta, "tres reuniones con el alcalde, una con el teniente de alcalde, la oficina técnica, otra con el concejal de limpieza….Todos me dicen que van a hacer trámites, pero esto sigue igual", sentencia indignada.
El concejal de Limpieza del Ayuntamiento de Arrecife, Victor Sanginés, explica por su parte las limitaciones del Consistorio para actuar al respecto. "Yo como concejal no he mandado a nadie del Ayuntamiento a limpiar, porque no puedo hacerlo. La empresa no puede ir a limpiar en lugares privados", expone.
De Luis Lleó a manos del banco
Sanginés afirma que la Oficina Técnica del Ayuntamiento ha iniciado trámites para obligar al propietario a limpiar esa zona. "La Oficina hace un expediente que se llama Orden de Ejecución, en la que se pide al propietario que ejecute y que limpie y que si por motivos del escenario económico no ha podido seguir con la obra, o porque está afectada por algún plan general o de patrimonio, pues que tiene que revertirlo al estado original", señala. El edil añade que el propietario "tiene la obligación de cumplirlo, pero en este caso es más complejo porque ya no es del propietario que inició la obra, sino del banco".
La parcela, propiedad en su día de uno de los principales imputados en el caso Unión, Luis Lleó, pertenece actualmente a una entidad bancaria. "Al tener que tratar con el banco, es mucho más difícil", argumenta Sanginés.
El concejal entiende que "son procesos lentos y, mientras tanto, los vecinos lo sufren. Aquí la problemática se agrava porque hay un montón de gente viviendo ahí, hay ocupas", dice. Por su parte, Mercedes Corujo es consciente de que "los trámites, la burocracia" requieren un proceso, pero asegura que su paciencia ha llegado a su límite. "Que no puedan hacerlo de hoy para mañana, lo entiendo, que tarde un mes, que tarde dos, también lo entiendo; que tarde cuatro años y me digan cada vez lo mismo, eso ya no me lo creo", reprocha a las autoridades.
Esta vecina y comerciante de la zona insiste en que la situación "es una vergüenza" y se declara harta de "la basura" y de que no le hagan "caso ninguno". "A mí no me gusta dar la nota en los medios, pero cuando no me hacen caso es el único recurso que nos queda", afirma.
