Para la realización de los cuadros el artista trabaja primero con acrílico y define las formas del dibujo. A continuación comienza un duro trabajo. Esto se debe a que para obtener la imagen final aplica pequeñas pinceladas hasta que finalmente se ve el paisaje o lo que el artista haya querido representar. El resultado es sencillamente espectacular, ya que visto a cierta distancia el ojo apenas percibe la gran cantidad de ‘motas' de pintura que constituyen la obra.
El objetivo
La evolución de este artista, que inició su andadura en la pintura con quince años de forma autodidacta, le ha llevado a realizar este tipo de pinturas. Durante años aprendió por sí mismo la evolución del color o las formas. "Sobre todo he estudiado la naturaleza donde hay más datos para trabajar y se ha convertido en mi mayor fuente de inspiración", comentó Juan Peña. De esta forma, hasta hace poco los cuadros del creador eran realistas. Sin embargo, reconoce que ha querido dar un paso más y adentrarse en algo más profundo. De ahí el objetivo de representar esta atmósfera que nos rodea "y de la que formamos parte".
Para esta muestra, que se puede ver hasta mañana en el Arrecife Gran Hotel entre las diez de la mañana y las dos de la tarde y de siete a diez de la noche, Juan Peña ha elegido dos grandes aspectos. Por un lado los paisajes que si bien en algunos casos se pueden reconocer como es el caso de Caleta de Famara "el objetivo no es el lugar en sí mismo, sino la vibración de la luz y el color", dijo el pintor. Sobre este aspecto cabe destacar que en todas las obras predomina el azul aunque la otra gran gama utilizada son los colores cálidos como los ocres.