Los Príncipes de Asturias se despidieron el pasado sábado de Lanzarote tras pasar en la Isla unas agradables minivacaciones navideñas. Aunque la lluviano ha permitido a la pareja y a la Infanta Leonor disfrutar más de los paisajes lanzaroteños, el respeto al carácter privado de la visita y los encantos de la Isla arrancaron su promesa de volver pronto a La Mareta.
Los Príncipes abandonaron la Isla el sábado al mediodía y en vuelo regular, tal y como habían llegado cinco días antes. Su segunda salida que trascendió oficialmente por los parajes lanzaroteños tuvo lugar por la plaza de Haría donde, al igual que en el restaurante de Puerto Calero, también se les vio acompañados de Alexia de Grecia y Carlos Morales.
El mal tiempo y las comodidades de la casa residencial La Mareta no invitaron especialmente a Don Felipe, Doña Leticia y a la Infanta Leonor a recorrer y disfrutar del paisaje de Lanzarote.
La Isla fue, en cualquier caso, portada de los principales medios de comunicación nacionales e internacionales, obteniendo con ello una formidable promoción turística gratuita.
Tras el posado oficial el segundo día, que permitió las primeras fotografías de la pequeña Leonor tras su presentación en sociedad, el carácter privado de la visita de los Príncipes se ha mantenido, lo que, entre otras muchas razones, ha facilitado que la pareja prometiera regresar a la Isla más adelante.
Antes de regresar a Madrid, además del cuadro de Tayó que regaló el Cabildo y una muestra de los vinos de la Isla por parte del Consejo Regulador, el Ayuntamiento de Yaiza obsequió a la futura heredera con un juego de pendientes de oro, 6 brillantes y olivina extraída del Timanfaya, que fueron creados especialmente por un taller de orfebrería de Playa Blanca y entregados en un cánigo (vasija de barro aborigen) a modo de joyero, obra de un alfarero de Yaiza.
Los seis brillantes en cada pendiente simbolizan los seis siglos de historia de Yaiza, territorio donde se ubica la primera ciudad, castillo y obispado de las Islas Canarias tras su fundación en el año 1404 por el Papa Benedicto XIII bajo el Reinado de Enrique III de Castilla.
Tras el bautizo a finales de noviembre del hijo de Alexia de Grecia y Carlos Morales, que tuvo lugar en la iglesia
de Los Remedios de Yaiza, el alcalde, José Francisco Reyes, avanzó a su Majestad la Reina Doña Sofía los
deseos del Ayuntamiento sureño por que la Infanta Leonor luzca estos pendientes cuando sea bautizada el próximo 14 de enero en el Palacio de la Zarzuela.
