Ahora hay que esperar, porque los médicos han explicado a la familia que aunque la infección ha remitido, hay que evaluar las posibles secuelas que ha dejado en el organismo de la pequeña. "Tiene las manitas y los brazos vendados, ahora tiene que recuperar sus defensas" cuenta su padre, José Jesús, quien lleva más de dos semanas en Las Palmas de Gran Canaria. Su mujer ha tenido que regresar a Lanzarote esta semana para cuidar de sus dos hijos pequeños de tres y cuatro años. Durante este tiempo han estado en Tenerife con su abuela, que ya no puede hacerse cargo de ellos por más tiempo. El matrimonio tiene además otros dos hijos de nueve y once años que habitualmente residen en la Escuela Hogar de Haría.
La familia tiene que afrontar la dura enfermedad de su hija con el agravante que supone la falta de recursos económicos. La primera semana de estancia del matrimonio en Las Palmas la tuvieron que pagar de su bolsillo. La Voz de Lanzarote se hizo eco de la situación de esta familia en el número del 19 de enero y publicó un número de cuenta en el que los lanzaroteños que quisieran colaborar con Tania y José Jesús podían ingresas sus donativos. Desde ese día la familia recibió 700 euros. "Ahora mismo estamos a cero euros", afirma Tania Rosa, "han sido muchos gastos". Cruz Roja paga al matrimonio desde hace más de una semana la habitación de hostal en la que residen y el Ayuntamiento de San Bartolomé pagó los billetes de avión de los niños con destino a Tenerife.
Unir a la familia
La familia vuelve a requerir ayuda porque su intención es reunirse en Las Palmas de Gran Canaria. Los padres creen que, si la niña tiene que permanecer ingresada al menos dos meses más, sus otros cuatro hijos deben estar con ellos, pero en estos momentos, tal y como confirma José Jesús "no tenemos alojamiento, estamos buscando piso".
Han pedido ayuda a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de San Bartolomé, "queremos un colegio con comedor para que los niños no pierdan clase y nosotros podamos estar en el hospital", explica José Jesús. Pero Servicios Sociales les ofrece para los cuatro niños un acogimiento familiar voluntario, que supondría el ingreso de los menores en un centro de acogida "en el que sus padres pueden verlos y en el momento en que la situación familiar mejore, podrán volver a su casa", puntualiza María Ángeles Millán, concejal de Asuntos Sociales de San Bartolomé.
El matrimonio rechaza rotundamente esta opción porque aseguran que "la familia tiene que estar unida". "Ya estoy hundido y si me quitan a mis hijos, me hunden más", concluye José Jesús, quien ya ha recibido, tanto en Las Palmas como en Lanzarote, ofertas de trabajo que por el momento ha rechazado porque "no puedo dejar a la niña sola".