Las risas resuenan cada tarde en el minúsculo local de San Bartolomé que les ha servido, durante este cuarto de siglo, de espacio creativo para diseñar disfraces, letras y presentaciones que han roto los moldes año tras año. "El primer año no nos querían dejar participar pero vinieron Miranda y Gilberto Márquez, concejales por aquella época, nos escucharon ensayar y dijeron: Ustedes tienen que ir a Arrecife. Y rompimos en el Parque Islas Canarias", recuerda Juana Saavedra, una de las fundadoras. Desde entonces, los piques entre murgas detrás del escenario no las abandonaron: "cuando concursábamos no teníamos amigas, ninguna murga nos saludaba porque los premios siempre nos los llevábamos nosotras", explica risueña Juana.
Innovaron introduciendo la parodia en sus espectáculos, algo que les causó algunas tiranteces con las demás murgas, "de un año para otro en las reuniones previas de la comisión de festejos se prohibía lo que habíamos subido al escenario el año anterior", explica su directora vitalicia, Áurea Mauri. "La gente decía: ¡¿no van a ganar con todas las tonterías que llevan?!", rememora Juana "pero todas nos copiaron porque eso daba premio", dice orgullosa.
Pioneras
Pioneras en el arte del disfraz femenino, las letras desenfadadas y la interpretación cómica, estas 30 mujeres "amas de casa" decidieron, allá por el año 84, despegarse de la murga masculina "Los Batateros" para ser, ellas mismas, "el auténtico sonido del Carnaval". Un sonido que según la presidenta parece diluirse en los últimos tiempos. "Ese pito, esa caja, ese bombo y esas letras a una sola voz me gustaría que se conservaran", afirma melancólica Áurea con un brillo de pasado en los ojos.
El principio
Del grupito de chicas que salían al carnaval "con un simple disfraz" y que rompieron moldes, reivindicando el hueco femenino en unas celebraciones "sólo para hombres", más allá de la elección de la Reina del Carnaval, ahora sólo quedan cuatro. La presidenta, Áurea Mauri, la bandera, JuanaSaavedra, Marianne Curbelo y Censa Martín fueron las fundadoras de la primera murga femenina de toda Canarias que con el paso de los años ha adquirido la categoría de Afilarmónica. "Como en ocho años de concurso recogimos 15 premios, las murgas decidieron nombrarnos Afilarmónica junto con los Arretrancos, porque se iba al parque a actuar sin ánimo y sin ilusión porque sabían que nos llevaríamos los premios", asegura la espídica Juana. La categoría les ha sacado del concurso pero sienten verdadero orgullo de ser la Afilarmónica del pueblo de San Bartolomé.
Otros tiempos
Los carnavales han ido cambiando durante estos 25 años. Atrás quedaron las canciones de seis estrofas, los presupuestos ajustados, las actuaciones gratuitas en los cosos de los pueblos acompañadas de garbanzadas y las celebraciones con aroma familiar. "Antes salíamos completas con 280.000 de las antiguas pesetas, y ahora te gastas medio millón en pinturas porque son carísimas", reconoce Juana.
Los disfraces, que también han ido cambiando con el transcurrir de los años, no han perdido, sin embargo, esa chispa de originalidad y fastuosidad que tanto caracteriza los diseños de Manuel Camejo, que las acompaña desde el año 89. Con sus creaciones fueron galardonadas todos los años.
Han vestido de "Guardianas del Timanfaya" (1er premio en el 89), de "Suspiros de la Geria" (2º en el 1990), "descubriendo a Colón" (3º en el 92), de "Amazonas de Fujiyama", (3º en el 93), de "Fénix del Carnaval" (1º en el 94), de "Colores" (1º en el 95), de "Postal de Bali", (1º en el 96), de "Trenzas doradas" (1º en el 97), cuando fueron nombradas Afilarmónica, y continúan sorprendiendo con sus fantasías cuando salen a la calle.
En los últimos años se les ha visto disfrazadas de indias, de geisha, de cuento, de circo, de novias lanzaroteñas, entre otras cosas, pero todavía recuerdan lo complicado de algunos diseños como el del "Fénix de Carnaval" que por delante era de una manera y por detrás de otra.
Las giras
A pesar de proceder de un pequeño pueblecito de Lanzarote, en esta larga trayectoria las Revoltosas han llevado su gracia y donaire a otros escenarios fuera de la isla. Vivieron el Carnaval de Carnavales de Tenerife y tras su actuación les invitaron a actuar en el estadio en la final de murgas de Las Palmas de Gran Canaria. Una actuación en el 89 que no pueden olvidar pues, a pesar de salir las últimas, cuando el público ya se estaba marchando, las Revoltosas hicieron volver a sus butacas a la gente que pidió bises hasta que se les acabó el repertorio. "La pena es no conservar una grabación de aquella actuación", lamenta Áurea. Además han participado en los carnavales de Fuerteventura y en La Graciosa. Entre sus anécdotas en tierras majoreras, cuentan como en una actuación "a una se le olvidó un zapato, a otra el bombo y más de una no llevaba el disfraz completo", relatan desternillándose.
La parodia de don Carnal
Sus temas han sido variados durante todo este tiempo, pero una de las cosas que más sobresale de sus actuaciones han sido las parodias que tanto en la presentación como en los temas han sido graciosas y picantes constantes en sus representaciones. Entre las componentes recuerdan con sonrisas el tema de una de sus primeras letras que le cantaba al nudismo en las playas de Papagayo. "Una cosa extrañísima por aquel entonces", puntualiza Juana. Muchas caras de políticos han sido paseadas en forma de caricatura por los cosos de Lanzarote interpretando instantes gloriosos de su paso por el poder. "Anda que no habrán ganado políticos con nuestras parodias", dice la "bandera" con doble sentido. "Cuando estaba de moda la máquina de la verdad subimos a Felipe González", rememora Juana.
Y los artistas con más renombre de la isla de los volcanes han sido el 'leit motiv' de sus palabras, dos años después de su muerte a César Manrique le dedicaron una canción acompañadas de sus juguetes de viento. De los cantantes más rockeros, Miguel Ríos que presidió el Carnaval en 1990 tras quedar "entusiasmado", según cuentan en uno de sus libros, pidió expresamente a la comisión de fiestas que le dejasen entregar los dos segundos premios a las Revoltosas por su vestuario y letra.
Un pregón en reconocimiento
Este año serán ellas, las Revoltosas, las encargadas de dar el pregón de Carnaval de Arrecife por lo que se sienten muy orgullosas y han prometido que terminarán con el himno. Reconocen que supone un reconocimiento por este veinticinco aniversario.
En su actuación de este año, guardan entre cuchicheos el nombre de su fantasía, "el repertorio se ha volcado en temas sociales de actualidad", explica Áurea entre los que adelanta una crítica al maltrato a la mujer, los niños raptados, la droga, la cesta de la compra y algún que otro político. Además, este año han rescatado una letra de hace doce años: Siete Islas y la han actualizado con el nuevo tren municipal de Tenerife y el aeropuerto de La Gomera "que por aquel entonces no existían", dice la presidenta.
Tres generaciones forman a día de hoy Las Revoltosas y el deseo de sus fundadoras es que "cuando no estemos nosotras, las nuevas generaciones continúen manteniendo la cultura del carnaval que es una forma de vivir y de ver las cosas", dice Áurea que asegura que le gustaría seguir con esto cuando utilice bastón.