Según los expertos, el 41 por ciento de los pacientes diabéticos presenta indicios de daño renal. La única manera de detectar precozmente una lesión en los riñones de un diabético es comprobando que en la orina hay rastros de una proteína llamada albúmina. En la Atención Primaria es base del diagnóstico y el tratamiento correcto es vital para evitar complicaciones del paciente. La doctora Belén González-Mohíno ha basado su tesis doctoral, que leyó en la sede de Lanzarote del Colegio de Médicos, en el análisis de la atención de los diabéticos en la puerta de acceso al sistema sanitario y en las claves que existen para poder mejorarlo.
En concreto la tesis de Belén González se titula "Nefropatía diabética en las intervenciones de Atención Primaria". Y sus conclusiones, que expuso el pasado sábado 21 de junio en la sede del Colegio de Médicos de Las Palmas en Lanzarote, son de vital importancia para este grupo de enfermos ya que según dicen desde el propio colegio, se calcula que entre el 20 y el 40 por ciento de los pacientes diabéticos con microalbuminuria desarrollará una nefropatía en 5-10 años. La progresión de este proceso hacia una insuficiencia renal que requiera la entrada en un programa de diálisis o la necesidad de trasplante es mayor si el paciente es, además, hipertenso.
El otro trabajo doctoral se titula "Evaluación clínica del dolor torácico y sus seguimientos. Experiencia en el Hospital General de Lanzarote". La enfermedad coronaria es la principal causa de mortalidad en los países del mundo occidental, cuyas formas de presentación más graves son el infarto agudo de miocardio y la angina inestable. Y se presenta como motivo de consulta en los Servicios de Urgencia, generalmente, por el dolor torácico. La doctora Miren Aloña Anduaga Aguirre ha partido de su experiencia en el Hospital General de Lanzarote para realizar una evaluación clínica del dolor torácico y sus seguimientos. Las conclusiones de su estudio servirán para mejorar la atención urgente de este tipo de pacientes.
Este curso de Doctorado titulado "Biomedicina Aplicada a la Práctica Clínica" comenzó en 2001, tras la firma de un acuerdo suscrito entre el Colegio Oficial de Médicos de Las Palmas (responsable de la organización e impulsor del proyecto), la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Institución que ha autorizado oficial y académicamente el doctorado y ha aportado el profesorado y el contenido universitario) y el Cabildo de Lanzarote (Institución que ha apoyado económicamente este curso de Doctorado).
Según Juan José Cabrera, director del programa, el objetivo ha sido "potenciar la unidad de investigación del Hospital de Lanzarote".En el acto estuvieron presentes el presidente del Colegio de Médicos, Pedro Cabrera, el vicepresidente, Esteban Pérez Alonso y representantes del Cabildo de Fuerteventura y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.