Los colectivos ciudadanos de Lanzarote permanecen activos a pesar de asumir que se encuentran "en la base de la ola". Muchos militantes han sufrido desgaste, pero la Isla mantiene problemas como el consumo de suelo y de sus recursos naturales

Horas bajas para la acción social

El movimiento social de Lanzarote mantiene un trabajo de hormiguita sin grandes aspavientos. La actividad casi frenética de 1998 a 2003, con las manifestaciones multitudinarias de diciembre de 2000 y septiembre de 2002, ...

28 de mayo de 2008 (19:03 CET)
Horas bajas para la acción social
Horas bajas para la acción social

El movimiento social de Lanzarote mantiene un 'trabajo de hormiguita' sin grandes aspavientos. La actividad casi frenética de 1998 a 2003, con las manifestaciones multitudinarias de diciembre de 2000 y septiembre de 2002, dieron paso a un nuevo ciclo de aparente tranquilidad en el que los ciudadanos siguen manteniendo contactos, celebrando reuniones ?quizá ahora con menos periodicidad- y debatiendo sobre el presente y el futuro de la Isla. Podríamos estar viviendo un momento adormecido o sin relevo generacional, con jóvenes de entre 20 y 30 años sin interés por la actualidad y el devenir de la isla, pero los representantes de las asociaciones afirman que continúan en activo y que 'el despertar` llegará.

Salvo reivindicaciones puntuales como la defensa de la zona vecinal de Morro Angelito ante el planeamiento urbano de Arrecife, y la protesta por los elevados precios de la cesta de la compra, la presencia de los colectivos sociales que analizan el estado de salud de Lanzarote ha descendido con respecto a otras épocas como la segunda mitad de la década de los 80 o el periodo de finales de los 90. El Guincho-Ecologistas en Acción, Achitacande, Foro Lanzarote, Latitud 28º o Ciudadanos por Arrecife son, junto con WWF/Adena, algunas de las asociaciones más activas en defensa del entorno y de la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.

El movimiento social permanece latente y, aunque las asociaciones no protagonizan grandes campañas, caravanas, marchas o acciones visibles de protesta, sus integrantes no han cesado de ocupar parte de su tiempo libre en analizar e implicarse en la realidad conejera. La sociedad dormida no existe y el llamado 'Espíritu de Porto Alegre' se mantiene, aunque a un ritmo diferente y con algunas renuncias en el camino. Las asociaciones han registrado desencuentros, divisiones, desgaste, agotamiento y nuevos proyectos personales por parte de sus miembros.

Desgaste y reactivación

El presidente de Achitacande, Carlos Battaglini, reside en Bruselas y admite que desde el año 2003 "la actividad bajó bastante. De hecho, ahora es muy pasiva", pero insiste en que la asociación "está viva y vigente (?) Es cierto que hay un desgaste lógico de los miembros y que militantes, entre comillas históricos, tiraron por otro camino. A pesar de eso, estoy convencido de que el movimiento ciudadano se reactivará".

Según Battaglini, lo ideal sería que "un grupo de jóvenes sanos y alejados de intereses políticos tomasen las riendas de la asociación, que vengan con ganas como las que teníamos nosotros hace unos años. Pero eso no sucede porque tampoco hemos hecho una oferta pública para la gente comprometida y con ganas, por lo que aprovecho ahora para hacerlo".

En su opinión, "la gente sí tiene ganas de participar en el escenario público y social. Sí que hay una preocupación por la isla. Otra cosa es que sea compatible o no con los intereses individuales, pues no se reciben ánimos sino sospechas".

Achitacande sufrió presiones para cambiar su rumbo de acción. "Se cerró el boletín, cortaron subvenciones y perdí mi trabajo. Éramos más jóvenes, avanzados, ingenuos pero valientes. Personalmente, estoy orgulloso porque aportamos nuestro grano de arena y aumentamos la concienciación social y ecológica de la isla".

Contribuyeron a mejorar la oferta cultural, incidieron en el debate sostenible y motivaron a muchos ciudadanos. Promovieron y formaron parte de movimientos posteriores que tuvieron gran repercusión como la charla del Premio Nobel de Literatura José Saramago, o las actuaciones contra la construcción en Berrugo, que desembocaron en la manifestación del 27 de septiembre de 2002, con participación de más de 10.000 personas.

Battaglini recuerda que la situación territorial "es igual de preocupante en la actualidad, sobre todo por la crisis del sector de la construcción y por una capacidad territorial más limitada que antes, pues ya se construyó toda la ilegalidad de Yaiza. La clase política sigue estando floja. Los intereses empresariales siguen primando sobre los generales, pero hoy en día también deberíamos hacer también hincapié en otros aspectos como educación y sanidad".

Politización

En 2003, algunas reivindicaciones sociales se politizaron con la creación del grupo político Alternativa Ciudadana 25 de Marzo, del que se escindiría un grupo en 2007 llamado Isla Alternativa, otra opción política que apuesta por la democracia participativa. Muchos opinan que este hecho produjo desencanto y desconfianza hacia las asociaciones de ciudadanos y el movimiento social. Lo cierto es que coincidió con el "agotamiento físico y mental" de muchos dirigentes sociales.

"Entiendo que la gente que lleva 20 años dando la cara haya dicho que ya está bien, que ya está", señala un militante que no desea ser identificado. "Estamos en el siglo de la información pero a veces parece que vivimos el momento sin pensar en el futuro. Creo que los jóvenes no manejan datos sobre lo que ocurre a su alrededor, sobre el cambio climático o sobre las cosas graves que están pasando en la Isla, y sobre las que se avecinan", añade.

Por su parte, Pedro Hernández, representante de El Guincho- Ecologistas en Acción, resalta el trabajo realizado por el colectivo y niega que seamos 'una sociedad dormida'. "No estamos en la cresta de la ola, pero así ha sido la dinámica de la isla, son ciclos", explica Hernández, quien recuerda la responsabilidad política en las decisiones más o menos agresivas con el medio ambiente en el planeamiento territorial, por ejemplo: "No se puede echar culpas a las víctimas. La responsabilidad es siempre política. El que haya menos actividad ciudadana no quiere decir que puedan hacer lo que les dé la gana".

En su opinión, hay cuestiones elementales como el precio de la comida o las carencias sanitarias -"que es un servicio que se está privatizando y que tiene que ser público"- que no se pueden permitir bajo ninguna excusa.

Además, hay un asunto elemental desde el punto de vista paisajístico que afecta a la imagen de la isla: "Lanzarote es una escombrera". "El Cabildo no asume sus competencias para ordenar las actividades extractivas y los vertidos. Las zonas mineras no cumplen la norma, se han destruido vegas agrícolas en Guatiza, Femés o Tahíche y en las actividades extractivas no se respeta la restauración".

Vertederos y escombreras

Un estudio del Cabildo de Lanzarote del año2003 registró más de 300 vertederos ilegales y escombreras irregulares. "El problema de los residuos sólidos es escandaloso. Y a esto se le suman los movimientos de tierra, las partículas de suspensión con la cantidad de tierra que cada día sacamos de nuestras casas, y la mala calidad el aire con los olores que provienen de las escombreras y vertederos ilegales", declara Hernández.

Añade que "Unelco ha intentado, sin permiso, instalar un emisario submarino para recoger y verter aguas en el subsuelo de Arrecife, en la zona de Las Caletas. El circuito de rally de Tinajo estará situado sobre un suelo calificado de interés agrícola y modificado posteriormente en el Plan General de Ordenación Urbana en una operación calificada por El Guincho de 'corruptela'. El campo de golf proyectado en Montaña Roja, Playa Blanca, linda con una zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y afecta a un Área de Interés para las Aves (IBA), especialmente la avutarda hubara, en peligro de extinción".

Ocupación del territorio

La ocupación del territorio y la especulación del suelo han sido los problemas más destacados con los que han tenido que trabajar las asociaciones de la Isla. La adaptación de los planes insulares y municipales de ordenación a la Ley de Directrices y de Ordenación General del Turismo, así como el Plan Territorial Especial de Ordenación Turística (PTE), han recibido numerosas alegaciones y llenado páginas de periódicos, pero en general éstas no son estimadas por la clase política.

A juicio de José Antonio González, en su día integrante de Foro Lanzarote, "el crecimiento edificatorio y el consumo de suelo" siguen siendo los principales problemas de la Isla.

"Si no hubiera tantas plazas alojativas, que van a sobrar, no se hubiese producido el incremento demográfico. Esa actividad económica se desbordó, se creado camas y no se llenan. Ahora se van a regular, pero es tarde y es la propia economía la que se autorregula. Es como si estuviésemos produciendo muchos tomates, los guardamos en la nevera y seguimos produciendo. No diversificamos la economía", comenta González, quien afirma que "tendrá que haber un gran consenso social para dar salida a la situación que se nos viene encima y poder vivir del turismo de calidad, pero de calidad de verdad".

En cuanto al recorrido y situación de las asociaciones, González recuerda que Foro Lanzarote "se desmembró". "Unos optamos por una opción política y otros no. Y también hemos tenido altibajos. Los procesos son largos en el tiempo, sobre todo si repasamos desde el año 1985 hasta hoy, donde hay altos y bajos, pero el pico puede llegar en cualquier momento".

Así, aunque comparte la sensación de "cierto desánimo", muestra su optimismo con aspectos como la participación ciudadana, "Creo que la mayoría de las personas están preocupadas por conservar la Isla, por la supervivencia de la única actividad económica que tenemos, el turismo. No creo que exista una parálisis, aunque sí un descenso de la actividad", indica.

Insiste en que "hay bastante gente trabajando y se detecta una actividad constante por parte de los colectivos que no es tan llamativa como en años anteriores, pues la de los años 1998 a 2003 fue frenética".

CENTRAL NUCLEAR EN MARRUECOS

Un asunto trascendental para El Guincho-Ecologistas en Acción es el proyecto de construcción de una central nuclear al Norte de Agadir, en Sidi Boulbra, al borde del Atlántico y a 200 kilómetros de Canarias. En marzo de 2007, una delegación rusa visitó la zona para negociar la construcción. Los franceses también han mostrado su interés empresarial. Ante esto, El Guincho prepara una campaña para los próximos meses con dípticos informativos, pegatinas y camisetas al objeto de paralizar este proyecto, que cuenta con el apoyo del gobierno marroquí.

Pedro Hernández señala que "existe un informe del Centro Nacional de Inteligencia Español sobre los riesgos de esta central". Se tiene que tener en cuenta la inestabilidad sísmica de la zona, las corrientes marinas que se dirigen a Canarias y los propios vientos, que vienen del Norte. "Tenemos que proteger los valores naturales y los recursos renovables pesqueros, así como los cetáceos y numerosas especies en peligro de extinción. El riesgo existe sin que ni siquiera haya accidentes, también para la población. Se van a poner en riesgo numerosos puestos de trabajo y va a afectar al mercado turístico", explica.

Además del interés de la compañía estatal de Rusia, Estados Unidos y Francia han preparado sus propias ofertas para construir la planta nuclear. A los riesgos naturales (vientos, corrientes, movimientos sísmicos) se unen los riesgos técnicos y la posibilidad de sabotaje por atentado terrorista.

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