Tamara Bernardez es muy joven y no descarta la posibilidad de salir de la Isla para mejorar su situación laboral. La prestación por desempleo finalizó el pasado año y desde hace cuatro meses solicita una ayuda familiar que no llega. Trabajó en una tienda de ropa y ahora tiene serias dificultades para encontrar un nuevo puesto de trabajo. Acude con una amiga a las oficinas de la Seguridad Social y con ella comenta el estado de recesión económica que vive Lanzarote, al tiempo que responde tajantemente que sí se plantea abandonar Canarias si su situación no cambia. "Sí, yo me iría. De hecho, mi cuñada se va este domingo a Menorca con su marido y su hija de 6 años. Trabajaban en la construcción y no ven otra salida", declara Tamara.
Los expertos hablan de crisis, recesión o desaceleración económica, pero en la calle el veredicto es muy claro: Estamos en crisis. Los ayuntamientos constatan el incremento de solicitudes de ayudas por parte de familias que han perdido sus empleos, especialmente en zonas como Playa Honda, Arrecife y Playa Blanca. Cáritas registra mayor concentración de trabajo y Cruz Roja duplica el número de atenciones a grupos familiares que reciben, tras estudiar cada caso, ayuda alimentaria. Las señales son muy evidentes y no hablan de previsiones, citan hechos.
Tamara procede de Galicia y su cuñada de Argentina. Aquellas personas que no tienen vínculos familiares en las islas y que proceden de otros países o regiones de España son más susceptibles de escoger otro territorio que les permita vivir mejor.
Paula Valencia, del Valle del Cauca, Colombia, llegó a Lanzarote hace doce años y hasta hace quince días manejaba la posibilidad de abandonar la Isla. Tiene a su cargo tres hijos, uno mayor de edad, que también estuvo cuatro meses sin trabajo. Sola y con una hipoteca. Durante meses, su situación económica estuvo muy deteriorada, pero está muy apegada a la tierra conejera y las instituciones, Cabildo y Ayuntamiento, le echaron una mano, especialmente cuando también tuvo que enfrentarse a un cáncer de mama.
"Me ayudaron mucho y lo agradezco. Después también he estado mal, porque hasta hace quince días estaba en paro, pero no solicité más apoyo porque mi hijo me ayudaba y creo que la situación está mal para todos, que hay gente que está peor, y que debemos pedir ayuda sólo en último recurso y vivir mientras tanto como podamos. Hay que aceptar la realidad", comenta Paula, que reside en Playa Honda y se muestra feliz por haber encontrado trabajo.
Güime y Guinea
Tal como señala Paula Valencia, "la situación está mal para todos". Lo confirman en la cola del paro Bienvenida Martín García y sus familiares, naturales de Güime. "Afecta a todo el mundo. También nos afecta a nosotros, a la gente de aquí, a padres de familia. Es normal. No tiene por qué haber distinciones, lo que ocurre es que nosotros no nos planteamos irnos, pero el bajón se está notando mucho", declara Bienvenida.
A su lado se sienta, al aire libre y en espera, Albino Méndez, natural de Guinea Bissau. Llegó a Lanzarote hace nueve años y trabajaba en la construcción hasta hace un año y tres meses. Su caso está relacionado con problemas de espalda que no le dejan trabajar y solicita una ayuda que tampoco llega, pero afirma que aunque sus dolores lumbares se lo permitiera, le sería muy difícil encontrar trabajo.
Albino permanecerá en la isla, pero Ricardo y Liliana, de Colombia, se irán si la situación no mejora. Tienen una niña de un año y medio y quieren lo mejor para su familia. Liliana sólo consiguió un contrato de tres meses y el 7 de mayo se le cumplió la fecha. La echaron. Ricardo trabaja en la hostelería, "gracias a Dios", pero si le echan tendrán que cambiar de vida. Tiene contrato fijo pero en su empresa le hicieron firmar un papel en blanco de baja voluntaria. De la precariedad laboral aún no habla. Pocos se atreven a quejarse.
En los alrededores de las oficinas de Seguridad Social y Empleo se congregan personas de diferente procedencia que formaban parte del tejido laboral y económico de la Isla. Desean trabajar y desean tener calidad de vida. Tendremos que preguntarnos si Lanzarote la está perdiendo.
El Servicio Público de Empleo Estatal, INEM, sigue registrando en Lanzarote cifras record. El número de parados del mes de abril ascendió a 9.795 desempleados, en su mayoría del sector servicios (7.062 parados, sobre todo mujeres) y la construcción (1.788). Con abril, ya son diez meses de ascenso del desempleo y la tendencia es alcista.
Cruz Roja atiende al doble de familias que en 2007
En lo que va de año, Cruz Roja en Lanzarote ha atendido a 89 familias. Esta cifra ofrece una perspectiva que duplicaría y podría triplicar la registrada en 2007, cuando a lo largo de todo el año se atendió a 114 familias. En los últimos meses, especialmente desde finales del año pasado, esta ayuda de alimentos está siendo demandada por trabajadores de clase media, por familias con niños que trabajaban en el sector de la construcción y profesiones auxiliares (fontanería, electricidad, pintura, aluminio?) y que han agotado la prestación por desempleo.
Cruz Roja estudia cada caso y recoge toda la documentación, tal como la vida laboral de los adultos, para ejecutar la concesión. Diana Plaza, responsable del departamento de Intevención Social, afirma que "estamos saturados" y explica que el perfil del solicitante es totalmente heterogéneo. "No son excluidos de larga duración o personas vulnerables, son familias que se han visto sin trabajo, algunos con hipoteca. Hay inmigrantes y hay nacionales, y de diferentes edades. En general son familias con menores a cargo".
Y esta situación es nueva: llegó con el año 2008. Hasta esa fecha no era mayoritario el grupo de solicitantes con familia. Abundaban también las solicitudes de jóvenes y mayores, integrantes de la Tercera Edad, colectivos que continúan necesitando un respaldo alimentario. La ayuda alimentaria que concede Cruz Roja en Lanzarote se otorga durante unos meses. Cuando finaliza el periodo de concesión, el caso se revisa nuevamente.
Aetur confirma que el turismo resiste
El sector turístico en Lanzarote resiste y sus protagonistas insisten en que "hay que cuidarlo". El gerente de la Federación de Empresarios Turísticos, Francisco Dorado, analiza la situación económica y laboral de la isla y recuerda que la actividad creció en el primer trimestre un ocho por ciento respecto al año pasado, "pero se partía de cifras bajas", precisa.
"Va a seguir aguantando, si bien es cierto que no se refleja en el sector turístico complementario porque la recuperación es vía precio. El primer beneficiario es el sector alojativo, pero todavía tenemos un cliente de bajo gasto. La recuperación tiene que ser más sostenida y debe repercutir en la restauración, los coches de alquiler, el comercio?". En opinión de Dorado, "tendremos que esperar al segundo trimestre y ver si se confirma esta recuperación, pues el primer trimestre de este año incluyó la Semana Santa, pero las previsiones para el verano son buenas".
Lanzarote está registrando un incremento del número de turistas procedentes de Alemania, y se prevé que el turismo inglés también aumente, por cuanto podría sustituir destinos como El Caribe o Egipto por Canarias debido a la crisis inmobiliaria que también sufre el país anglosajón. El turismo español, por su parte, decide a última hora"y siempre es positivo, nos refuerza, pero es puntual, de unos dos meses".
A pesar de esto, Dorado admite que la situación de los pequeños empresarios "es dura". "Puerto del Carmen se está residencializando, como le pasó a Costa Teguise, y ahora todo el mundo sabe que tendremos dos años de parálisis en la zona de la avenida, por las obras, así que es el momento de aprovechar para mejorar los locales, pero el empresario a su vez necesita ayuda y garantía jurídica". El gerente de Aetur apunta a "la necesidad de reflexionar, en momentos como éste, sobre la importancia del turismo" y pide "más sensibilidad y apoyo".