Éxito rotundo en el estreno de ‘Mala Sangre'

El cortometraje de Jesús Fuentes que se presentó anoche en la Sala Buñuel tuvo una gran acogida entre el público que se acercó a disfrutar de esta cinta que critica la Ley del Menor a partir de un hecho real

12 de noviembre de 2005 (11:41 CET)

La expectación se palpaba en el ambiente y finalmente gustó. El cortometraje de Jesús Fuentes ‘Mala Sangre' tuvo una gran acogida entre las personas que se acercaron a la Sala Buñuel para disfrutar de una noche de cortos. Pero sin duda también generó un gran interés el debate que tras el visionado de ‘Mala Sangre' se realizó entre el público y el director del relato, que respondió amablemente a las preguntas que se le plantearon.

Sólo el título del corto ya interesó a muchos de los que allí estaban. Desde luego, su sorpresa fue mayúscula cuando se encontraron con una historia bien contada y sobre todo polémica. No es para menos si se tiene en cuenta que este corto está basado en un hecho real ya que, según explicó Jesús Fuentes "la primera secuencia es una pelea que yo vi junto a un amigo mío en el pueblo sevillano de Camas". Lo cierto es que el efecto fue inmediato ya que tras presenciar aquel hecho Jesús Fuentes llegó a su casa y esa misma noche escribió un relato que con una duración de doce minutos se presenta como una importante crítica a la Ley del Menor.

Qué es ‘Mala Sangre'

En ‘Mala Sangre' Jesús Fuentes se hace una pregunta de difícil respuesta: ¿Son los jóvenes violentos víctimas de la sociedad o personajes que gozan de total impunidad ante la ley? Y para tratar de responderla Fuentes nos embarca en una historia basada en un hecho real, que refleja el día a día en los barrios desmejorados. Manolito, un niño criado en un ambiente hostil y de violencia, crece con gran resentimiento hacia la sociedad en general y hacia una familia en particular, a la que hace responsable del ingreso de su padre en prisión. Con fotografía de José María Moreno y las interpretaciones de Samuel Cortés y Cristina Sáenz, Fuentes nos introduce en un drama que en doce minutos desvela muchas de las contradicciones de la sociedad actual.

La noche cinematográfica también sirvió para disfrutar de otros dos cortos. El primero de ellos fue ‘El Califa'. Se trata de un documental de 20 minutos en el que su director, José Javier Pérez, nos describe la vida de El Califa, un boxeador nacido en un barrio marginal: amanece en las 3.000 viviendas. Vicente Vargas, desayuna temprano y sale a realizar su entrenamiento personal. Hoy no es un día cualquiera, esta noche hay combate. El Califa nos enseña su casa, sus amigos del barrio, su familia. Asistimos junto a él a la preparación física y mental que tiene que realizar antes del combate. Apreciamos cómo estas acciones se convierten en un rito, en ceremonia, y nos convertimos en espectadores de primera fila la noche del combate, y todo narrado y enlazado a través de una entrevista personal al protagonista.

Finalmente se presentó el trabajo de Eneko Obieta, autor de ‘Las tetas más bonitas del mundo'. Es la historia más de ficción de las tres y narra el encontronazo fortuito que tienen dos personas en una calle cualquiera. La primera persona, una chica que lleva consigo una caja que sale despedida por los aires. La segunda, un chico que corre desesperadamente huyendo de no se sabe qué. Es una historia urbana sobre dos personas perdidas en el mundo y perdedoras en el juego de la vida, a las que el azar une violentamente una vez y vuelve a unirlos de nuevo para entretejer lo que puede ser el comienzo de una gran amistad o algo más.

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