Los hermanos Muñoz entonaron temas de su último disco, aunque también cantaron las famosas canciones que los hicieron populares

Estopa arrasó en Arrecife

Una gran cola esperó durante horas alrededor del estadio "Agapito Pérez Viera", para ver al famoso grupo de Cornellá, Estopa. Mientras, en el interior del estadio, miles de ...

21 de agosto de 2006 (07:01 CET)
Estopa arrasó en Arrecife
Estopa arrasó en Arrecife

Una gran cola esperó durante horas alrededor del estadio "Agapito Pérez Viera", para ver al famoso grupo de Cornellá, Estopa. Mientras, en el interior del estadio, miles de personas vitorearon a las que fueron las estrellas de la noche. [Los hermanos Muñoz->8371] salieron con fuerza al escenario, a pesar de que se retrasaron media hora. Un video promocional fue el encargado de presentar al conjunto catalán, que entonaron uno de los singles de su segundo disco, "Voces de Ultrarrumba".

Después de la primera canción, David y José Muñoz agradecieron la acogida que han tenido en la isla, a pesar de ser la primera vez que actúan en Lanzarote, según ellos mismos señalaron desde el escenario. El recital, que duró, aproximadamente, dos horas, recogió las canciones de su nuevo disco, "Voces de Ultrarrumba", aunque también tuvieron lugar las melodías que los lanzaron a la cima del panorama musical español.

David y José disfrutaron del concierto y eso lo transmitieron a las miles de personas que se acercaron para verlos. La oleada de seguidores danzó y entonó las canciones del popular grupo catalán. Por su parte, Estopa cantó, bailó e incluso bromeó sobre sus coreografías, haciendo gala de la sencillez que les acompaña en cada aparición. Los hermanos Muñoz también recitaron un poema que les acompaña en todas sus actuaciones, dedicado a su tierra de nacimiento.

Según avanzó la noche, el concierto fue finalizando, a pesar de la tristeza de los seguidores del grupo. Estopa se fue, aunque volvió a salir al escenario, debido a las peticiones del público,para cantar otros temas. Mientras, un río de personas comenzó a desfilar por las puertas de salida, sabiendo que el concierto de su grupo favorito ya había finalizado.

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