El párroco de San Bartolomé, Rafael Tejera, ha denunciado que continúa a la espera de recibir el permiso de Patrimonio que solicitó "en octubre de 2017" para poder limpiar y acondicionar el tejado de la Iglesia y ha dirigido un nuevo escrito al Cabildo para exigirle "una rápida respuesta" ante "la gravedad del avance del deterioro que se está ocasionando de manera alarmante" en el edificio.
"Las recientes lluvias siguen aumentando el problema", ha afirmado el párroco de San Bartolomé, que ha apuntado que "el sábado pasado, gracias a que entre los invitados había un electricista, se pudo celebrar una boda y un bautizo con luz", pues se habían "mojado los cables". "Vecinos, feligreses y visitantes observan y se lamentan de la situación de deterioro y abandono en que se encuentra este edificio parroquial emblemático insular", ha añadido
Hay que recordar que, ya a finales de octubre, Tejera se dirigió a La Voz para denunciar que cada vez que llovía entraba "agua por el techo" de la Iglesia y que había pedido permiso a Patrimonio del Cabildo hacía un año para acondicionarlo y limpiarlo sin haber recibido respuesta. Tras esta denuncia, el párroco de San Bartolomé asegura que un inspector del Cabildo acudió a la Iglesia el pasado 2 de noviembre" y que quedó en que "enviaría una respuesta". Sin embargo, afirma que ésta "no ha llegado al día de hoy".
Así, el pasado 12 de noviembre, Rafael Tejera decidió presentar un nuevo escrito dirigido a la Unidad de Patrimonio del Cabildo y a la consejera responsable del área, Carmen Rosa Márquez, así como al presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, rogando "una rápida visita, valoración y respuesta" que "permita el mantenimiento y la conservación del edificio", que precisamente reabrió sus puertas en 2010 tras ser restaurado después de haber cerrado sus puertas en marzo de 2004 por problemas de derrumbe en la techumbre.
Maderas "desprendidas" y tejas levantadas
En su escrito, el párroco de San Bartolome expone "se han ocasionado nuevos daños" en el techo de la Iglesia "por no haber sido reparado durante todo el año siguiente a la solicitud", que apunta que presentó el 11 de octubre de 2017 y "aún no se ha contestado por el Cabildo"."Ha entrado agua por las grietas del tejado de la Iglesia y ha ocasionado desperfectos difíciles de cuantificar pero de gravedad en este momento", señala Rafael Tejera, que pone de manifiesto que "se observa un deterioro progresivo del edificio".
El párroco de San Bartolomé apunta que hay "un parterre pegado a la pared lateral de la Iglesia, que se llena de agua", porque en él "se encuentra un árbol, cuya hoja no pudre y al secarse obstruye los canales y se mete entre las rejas". Además, señala que hay "dos cactus, que se encuentran en la pared delantera, que han crecido y ya son más alto que el techo de la capilla lateral, los cuales levantan tejas", que afirma que "se parten con facilidad, creando un peligro para los usuarios o viandantes que van a la Iglesia, como ya ha ocurrido con personas mayores y niños que juegan en su entorno".
Además, Rafael Tejera manifiesta que "la gran cantidad" de "excrementos y restos" de palomas y tortolas "obstruyen y deterioran tejas, canales de agua y paredes". "Estas realidades han aumentado a lo largo de este año y han deteriorado más las paredes, con humedades que han producido caída de pintura, enfoscado y piso, afectando tanto a la nave central del templo parroquial, como a las capillas del crucero y a la denominada capilla latera", indica el párroco de San Bartolomé, que afirma que asimismo estas humedantes están afectando "a las vidrieras". Y las recientes lluvias "han puesto en evidencia nuevamente la entrada y filtración del agua, agua que entra a chorros por las paredes", añade Tejera, que afirma que hay maderas de la techumbre que "se han desprendido" y "podrido debido a las lluvias".
"Este edificio está incluido en el BIC y siendo un Bien de Interés Cultural, que fue restaurado y entregado a la parroquia y a la Diócesis en el año 2010, es mi deber conservarlo, razón por la que se requirió permiso para la limpieza y acondicionado en octubre de 2017", manifiesta el párroco de San Bartolomé, que reitera su petición para que Patrimonio del Cabildo "permita el mantenimiento y la conservación del edificio", con el fin "de evitar más sufrimiento y deterioro del edificio antes que tengamos que lamentar".
