"Del Templo de las Musas"a bares y cafeterías

El Arte sale de su caparazón

El Museo comenzó siendo el Templo de las Musas, es decir, un espacio sagrado frecuentado por estas inspiradoras de las Artes. Con el paso de los siglos se convirtió en la casa de todas las ciencias, un lugar donde ...

22 de julio de 2006 (03:29 CET)
El Arte sale de su caparazón
El Arte sale de su caparazón

El Museo comenzó siendo el Templo de las Musas, es decir, un espacio sagrado frecuentado por estas inspiradoras de las Artes. Con el paso de los siglos se convirtió en la casa de todas las ciencias, un lugar donde sabios y artistas buscaban la esencia del conocimiento y la belleza. No fue hasta el Renacimiento cuando se designó con el nombre de Museo al edificio que hoy en día conocemos: aquel que alberga obras y colecciones con un determinado valor artístico y científico. Sin embargo, poco a poco, el Arte está saliendo a la calle. Ya no se encuentra cómodo entre las paredes de museos y galerías. El concepto de Museo cambia y cualquier muro de un bar puede convertirse en el soporte de una exposición de pintura o fotografía.

Miguel y Julieta son dos alumnos de la Escuela de Arte Pancho Lasso. En el Día Internacional del Museo, celebrado el pasado 18 de mayo, hablaban de sus dificultades a la hora de abrirse un hueco en el mercado artístico, y sobre todo, de exponer sus obras. "Se nos hace difícil encontrar espacios donde exponer, quizá porque no se nos conoce lo suficiente, o porque siempre están antes otras personas consagradas", explicaba Julieta.

Esta demanda por parte de los artistas, y la de los ciudadanos que quieren sentir el Arte más cerca, ha provocado el surgimiento de lugares alternativos en Lanzarote donde se pueden ver exposiciones de pintura, fotografía o incluso escultura. Mayoritariamente son cafeterías, bares y restaurantes, aunque algunos comercios también se han animado a la hora de atraer a clientes y artistas. "Nosotras decidimos comenzar con esto porque creíamos que había una falta de espacios culturales en la Isla, sobre todo en Arrecife", explica Verónica González, dueña del bar "Esencia de Luna". Este local organiza exposiciones mensualmente, y cada vez son más los artistas que se acercan hasta la barra, interesados en mostrar sus obras. "No tenemos ningún criterio fijo a la hora de elegir las exposiciones, siempre que no sea algo desagradable ni un disparate, y de hecho, hasta ahora no hemos rechazado nada", explica Verónica. Como ella, Chary Correa, propietaria del bar "Andalucía", decidió hace dos años dar un giro al local y ofrecer sus blancos muros como expositor. "Comenzamos con la idea de conocer a gente que no tenía fácil acceso a galerías oficiales", explica Chary. "Al principio tenía que llamarles yo, enterarme de quien podía estar interesado en exponer aquí, pero hoy el sistema funciona ya por sí solo: la gente viene, yo hago una lista y voy llamándoles". Una lista de espera que se alarga indefinidamente cuando se trata de galerías o museos oficiales. "Llevo tres años esperando una contestación para poder exponer en una galería perteneciente al Cabildo", asegura Matías Cabrera, pintor cuyas obras suelen verse con frecuencia en diferentes locales de la Isla.

Matías cree que en muchas ocasiones los artistas no tienen más remedio que hacerse cargo de sus proyectos y buscar sitios alternativos donde poder exponer. La limitación geográfica también supone un problema para los artistas de Lanzarote. Por ello, valoran la proliferación de nuevos locales como plataforma de reconocimiento. "El hecho de que Lanzarote sea una isla te limita en tu campo de actuación, porque si no cuentas con la colaboración de las instituciones no puedes llevar tu obra a otra isla, te sale costoso sacar los cuadros, y hay un follón increíble para sacar las obras hacia Madrid o hacia Europa", señala el artista. "De repente, además de pintor, te tienes que convertir en aduanero, en manager, en comisario, en crítico, en pegar carteles, etc".

El otro lado de estas exposiciones lo encontramos frente a los cuadros, en los ojos de los espectadores que buscan formas diferentes y autores desconocidos o, simplemente, de los que van a tomar un café y se topan con una interesante exposición. "Hay que ayudar a la gente a que expanda su mente", explica Verónica. "porque para los que no salen de esta isla, puede ser una oportunidad para ver otras cosas".

María José Alcántara, directora del MIAC

¿No cree que el Museo es un espacio demasiado rígido para albergar el Arte?

Yo creo que el Arte no está encerrado dentro de este espacio expositivo, sino que donde más imágenes se ven, donde hay un mayor espectro artístico, es en la calle. Todo se genera ahí, es donde está la vida, la gente y lo cotidiano.

¿Y cómo actúa el MIAC respecto a eso?

Estamos intentando que el Museo no sea sólo este edificio, sino que se irradie al resto de la ciudad y de la Isla. Ahora los museos están empezando a hacer políticas de puertas hacia fuera, por supuesto hay obras y colecciones que hay que guardar. Pero yo creo que los museos se están dando cuenta de que todo el Arte no puede estar ahí metido, que tiene que haber espacios alternativos que también sean productores de Arte.

Entonces, ¿cree que el futuro del Arte va por ese camino?

El siglo XXI nos va a llevar a ello, porque el Arte es cada vez menos pintura, escultura y fotografía,y cada vez hay más disciplinas que hay que trabajar, investigar y desarrollar.

LO MAS LEÍDO