Más de 400 personas pidieron información a la Armada en la isla

De la crisis al Ejército

Tender puentes entre la Armada y la ciudadanía es uno de los objetivos de la Sección de Apoyo al Reclutamiento del Órgano de Apoyo al Personal de Las Palmas, con el comandante Valeriano Rey a la cabeza. Un ...

31 de marzo de 2009 (19:59 CET)
De la crisis al Ejército
De la crisis al Ejército

Tender puentes entre la Armada y la ciudadanía es uno de los objetivos de la Sección de Apoyo al Reclutamiento del Órgano de Apoyo al Personal de Las Palmas, con el comandante Valeriano Rey a la cabeza. Un trabajo al que se le presta especial atención desde el 1 de enero del 2002, cuando España dijo adiós a la "mili" y saludó al ejército profesional.

Las charlas en los institutos o el suministro de información a las oficinas juveniles de ayuntamientos y cabildos son una forma de acercarse a la población, también a la de Lanzarote. Otro recurso son los puntos de información móviles. Eligen, para instalarlos, los lugares más concurridos ?calles céntricas y superficies comerciales- y desde ellos lanzan un mensaje. El pasado mes de febrero lo recibieron, en primera persona, más de cuatrocientos vecinos de la isla en apenas unos días.

Pero, ¿qué tipo de persona se plantea que la Armada puede ser una buena manera de conjugar el futuro? El 60% de las consultas las hicieron extranjeros de habla hispana. No sólo hombres: no hay que olvidar que el 20% del Ejército español tiene nombre de mujer. Hay quien acude para ponerle condiciones a una vocación que viene de lejos: saben qué especialidad quieren y qué destino buscan.

Pero son también muchos los que acuden a los puntos de información para saber qué les ofrece la Armada. Las respuestas a esta pregunta son especialmente esclarecedoras en tiempos de crisis y en plena recesión del mercado laboral.

La Sección de Apoyo al Reclutamiento explica a los potenciales candidatos cuáles son los requisitos que tienen que cumplir: tener 18 años cumplidos y menos de 29, medir más de 1,55 pero menos de 2,03, superar las pruebas en el centro de formación, no tener antecedentes penales y, en principio, no haber sido objetor. Los extranjeros de habla hispana, mayores de edad en su país y con permiso de residencia, también pueden aspirar a estas plazas.

A partir de ahí, asegura el comandante Rey, se les ofrece pura y dura información: "No se trata de vender motos. Se trata de dar un mensaje honrado, pegado y apegado a la realidad, coherente y realista. Explicarles de la forma más clara posible con qué se van a encontrar. Yo siempre les digo: podrás ser lo que tu quieras, si te sacrificas, si te preparas, si luchas? no se te va a dar nada regalado, pero tampoco se te va a quitar nada. Vas a tener todo el apoyo del mundo pero necesitarás seguir esforzándote". Un ejemplo de esto último es la formación: se exige como mínimo tener el graduado escolar antiguo o 2º de la ESO aprobado para ingresar pero, a partir de ahí, avanzar en la carrera militar supondrá también dar pasos hacia delante en el sistema educativo.

En principio, con contratos por dos años, es posible estar seis años en las Fuerzas Armadas. Luego se ofrece la posibilidad, en función del rendimiento, de continuar hasta los 45 años, con un contrato que sigue siendo temporal pero de larga duración. Hasta ese momento se presentarán otras oportunidades: la promoción interna para ser soldado o marinero, suboficial u oficial o el salto a la Guardia Civil o la Policía Nacional. Sino, la posibilidad de irse a casa, como reservista, con un sueldo anual líquido de 7.200 euros al año, compatible con otro trabajo en el sector privado.

La formación, profesional o personal, para permanecer en la vida militar o regresar a la civil, es una de las contraprestaciones que ofrece la Armada a aquel que quiera formar parte de ella, además, claro, del empleo y del sueldo. "Aquí no se va a hacer nadie millonario pero va a tener un digno trabajo y buenas opciones de situarse en la vida", asegura el comandante Rey. A cambio, hay que defender la integridad territorial del país, la soberanía, colaborar en misiones de ayuda? Y es que precisamente la posibilidad de vivir una aventura redondea la "oferta" que la Armada le hace a los jóvenes. El propio comandante bromea asegurando que tienen mucho de agencia de viajes: "Le damos la oportunidad de conocer otros países, otro lugares, prestando un servicio pero formándose y cobrando a mismo tiempo".

Son atractivos para una salida laboral que, evidentemente, cobra otra dimensión en plena desaceleración económica. No ha supuesto un "boom" pero es una realidad de la que también es consciente Valeriano Rey: "Hemos de ser sinceros: el tema de la crisis económica también está influyendo en las peticiones. No hay que dejar de reconocer que esta situación también ha influido. Es otra opción más".

Hay 49 formas distintas de trabajar en los tres ejércitos: de hostelería a comunicaciones pasando por artillero, sonarista, infantería de marina, electrónico o administrativo por citar sólo algunas ocupaciones.

Salario y ventajas

El sueldo, en Canarias, es de 1.036,95 euros al mes, con dos pagas extras. Con el paso de los años la cifra la redondean distintos incentivos. Si el destino es el archipiélago, 40 días de vacaciones. Y billetes al destino para el trabajador y, tras el primer año, para la familia. Guarderías, ayudas, becas, subvenciones para alquiler de vivienda, seguro de vida y accidentes? Todo a cambio de aceptar la disciplina: "Esto no es el paraíso pero tampoco es el infierno. Aquí está gente normal, con convicciones profundas de amor a nuestro país, que realiza su trabajo".

El "serás lo que tú quieras ser" fue el leit motiv en Lanzarote del capitán, el brigada, el cabo primero y los dos cabos que se desplazaron a la isla y que atendieron a más de 400 personas. Tras las cifras, historias reales, como la de una joven pareja que espera un hijo y ya piensa en iniciar una nueva etapa profesional pero también familiar.

Chavales de 16 años que, acompañados de sus padres, quieren ir preparando el desembarco de su vocación en la Armada aunque todavía les queden dos años para alcanzar la mayoría de edad. O extranjeros preocupados por saber si, una vez incorporados, podrán ir de vacaciones a su país de origen. Son los nombres propios de una institución que, a su manera y de forma indirecta, también planta cara a la crisis.

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