A toda vista, se trata de un concesionario al aire libre, donde decenas de vehículos están colocados en hilera con su correspondiente cártel de venta, número de teléfono y en muchos casos un precio que sorprende a la baja. El comercio está en auge. En menos de dos horas, seis interesados merodean los vehículos, llaman con sus móviles de forma instantánea y en plazos de entre 15 minutos y media hora conciertan citas con el propietario o en muchos casos con lo que es, a efectos prácticos, un vendedor irregular.
Porque varios de ellos son particulares que aprovechan la zona de estacionamiento como escaparate de sus vehículos, pero también hay quien tiene montado su negocio. Uno de ellos, un hombre que se hace llamar Ramón, con quien La Voz de Lanzarote se puso en contacto telefónico como supuesta interesada en un BMW que estaba a la venta por tan sólo 3.000 euros. Accede a rebajar el precio hasta 2.600. "Si lo traes en mano, podemos hablar", nos propone. Reconoce que se dedica a la compra -venta de vehículos y asegura que el bajo precio del coche se debe a que es el único que le queda de un lote que compró a un concesionario. Es su sistema de trabajo. Ahora, argumenta que se tiene que marchar a Las Palmas y quiere deshacerse pronto de él.
Un comercio rentable
Ramón podría ser el mismo negociante, conocido entre los comerciantes y usuarios de la zona que "un domingo cualquiera llega a quedar hasta con cinco interesados a la vez" para probar los vehículos que vende en su particular negocio a la intemperie o también podría ser un colaborador de éste. El concejal de Seguridad y alcalde de San Bartolomé, Marcial Martín, confirma que "son unos cuantos pero es sabido que hay un cabecilla", a quienes los habituales de la zona le ponen cara.
No se oculta. Va con un manojo de llaves de coche atado al cinturón, y quienes le ven frecuentemente sostienen que "se mueve como si fuera el rey de la avenida" y que "su actitud es chulesca". No paga impuestos por actividad comercial, ni alquiler por un local. No declara a Hacienda, ni tiene una oficina de reclamaciones. Sin embargo, el negocio es de difícil detección. Ninguno de los coches tiene el mismo número de teléfono, por lo que es imposible relacionarlo con una sola persona.
El trasiego de gente es constante en la zona industrial de Playa Honda, las transacciones se hacen a pie de calle. Toman los coches, dan la respectiva vuelta de prueba y lo vuelven a aparcar en una zona de estacionamiento limitado a 90 minutos.
Inseguridad
La Policía Local, sabedora de lo que ocurre, acude frecuentemente a la zona según Marcial Martín, aunque para algunos comerciantes los agentes "brillan por su ausencia". Cuando ha estado tres días estacionados en el mismo lugar, ponen la multa, pero el vehículo es trasladado a otro aparcamiento, de tal manera que vuelve a escapar de la sanción, como explica el concejal de Seguridad, quien reconoce que lo más que puede hacer la Policía con la ley actual es "molestar". "En alguna ocasión han llamado a los teléfonos que tienen los coches, pero no aparece nadie o cuando lo hacen y ven a los agentes, se van".
Durante esta semana, hasta cinco BMW de gama alta, aparentemente en excelentes condiciones, se ofertan "de ocasión" por menos de 5.000 euros. El resto de ofertas, de todo tipo y colores. Garantías, ninguna. "No puedo dar garantías, pero no te engaño. Puedes probarlo en cualquier taller, antes de comprarlo. Yo por un millón de euros engañaría, pero por 2.000 euros no me voy a meter en un lío", comenta Ramón en la conversación negociadora.
Quienes frecuentan la zona aseguran sentir aprensión. No les da ningún tipo de confianza ni los vendedores, ni quienes se acercan para comprarlos. "Por las noches, yo ya no estoy segura. Huele a chanchullo. Quien se dedica a esta práctica, seguro que hace otras cosas del estilo", comenta una habitual de la zona que prefiere ocultar su identidad por miedo.
Ordenanza sancionadora
El pasado mes de febrero entraba en vigor una ordenanza municipal de circulación en Arrecife para terminar con la venta ilegal en la vía pública. Según el jefe de la Policía Local de Arrecife, José Antonio Lasso, con la nueva normativa se han erradicado los dos grandes focos que tenía la capital. Uno cerca del barrio de Valterra y otro frente al Hospital Insular. "Sólo quedan algunos vehículos puntuales de particulares". Sin embargo, el comerciante Ramón trasladó el pasado miércoles, el BMW ofertado por 3.000 euros que estaba estacionado en Playa Honda a la capital, junto a la gasolinera, en Valterra, para seguir exponiéndolo para su venta.
Aún así, el control ha provocado que esta práctica sumergida disminuya en Arrecife, pero con su consiguiente traslado a San Bartolomé, especialmente a la zona industrial de Playa Honda. Por ello, ahora el Ayuntamiento ha aprobado una ordenanza de circulación similar a la de la capital, para "evitar la competencia desleal y la venta ilegal de vehículos".Las sanciones van desde los 300 euros.
La ordenanza está ahora en exposición pública y en el caso de que no reciba alegaciones, en mes y medio podría entrar en vigor, según Marcial Martín, algo que agradecen los comerciantes y usuarios de la zona, que ya habían denunciado la situación ante el Consistorio, con quejas "fundadas y razonables", en palabras del alcalde del municipio. "Aunque ahora probablemente la práctica se traslade a otro municipio", pronostica.
