Fotos: Sergio Betancort
La cantante lanzaroteña Beni Ferrer envolvió con "Viento" fresco la noche cálida de agosto en plenas fiestas de San Ginés. El concierto se celebró en El Charco de San Ginés donde la cantante fue interpretando cada una de las 15 canciones incluidas en su recién presentado disco "Viento". Un disco muy personal en el que ha rebuscado en el baúl familiar para extraer algunos poemas escritos por sus padres, hermanos y amigos. Ha contado con la ayuda de un gran arreglista y productor musical como es Yarel Hernández para convertir los poemas en bellas canciones con las que Beni transmite una alegría contagiosa y que anima al público presente a sentirse "seres con alma".
Acompañada por seis músicos y dos voces en los coros comenzó el concierto haciendo un homenaje a la "Sombrera", de Lanzarote, prenda muy valorada por la mujer de la isla para protegerse del sol seguida de unas "Seguidillas del Viento", fusionadas sin perder en ningún momento la raíz de procedencia. Posteriormente interpretó "Ameney Acorán", una canción con letra aborigen guanche escrita por su hermano Maxi. La siguiente canción fue "Estrellita Viajera", escrita por su padre Máximino Ferrer en la que compartió escenario con su hijo Alejandro, un joven que sorprendió gratamente al numeroso público por su voz, puesta en escena y la complicidad existente entre madre e hijo.
En este disco, Beni ha conseguido combinar innovación con tradición poniendo al "Viento" como elemento e hilo que va tejiendo pasado y futuro, compañero inseparable de los hombres y mujeres de Lanzarote y el mundo. Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando la cantante le dedicó una malagueña a su hijo, Andrés nacido con una discapacidad poniendo como ejemplo el territorio quemado por las erupciones volcánicas y que hoy conocemos como La Geria,y donde el campesino lanzaroteño a base de trabajo e imaginación consiguió que en una tierra quemada brotara vida. Sin lugar a dudas los aplausos más sonoros y prolongados se escucharon cuando Andrés, ayudado por sus muletas, subió al escenario fundiéndose en un abrazo con su madre.
También hubo momento para el romanticismo en un marco incomparable como el charco de San Ginés y donde con el solo acompañamiento del contrabajo, Beni interpretó un bolero dando paso a "Sueño de Volcán", dedicada al universal artista lanzaroteño, César Manrique. "Carmen", mujer que forma parte de la historia menuda de Arrecife y a la que Maxi Ferrer le compuso una canción, gran defensora de los animales a la que siempre se le vio rodeada de gatos y perros. "Ella fue la primera protectora de animales que existió en Arrecife y Lanzarote".
Cuando Beni anunció que había llegado al final del concierto el público entregado insistía que continuara petición que aceptó y echando mano de una guitarra interpretó un fado portugués y finalizó con aires marineros de Arrecife, canción dedicada a los amigos de Portonao, pregoneros de las fiestas de San Ginés. Canción que ellos llevan como bandera denominada "La Entrada a Portonao", a la que Beni le ha incluido unos arreglos mezclados con nuevas fusiones llamándole "Forito", y a la que el público muy animado y puesto en pie cantó y bailó con la cantante.