"Yo nunca he vivido en la calle". Bárbara no puede imaginar cómo va a ser su vida a partir de este martes, día en el que se cumple el plazo que le ha dado su casero para que abandone su vivienda por impago. Acudió a La Voz el pasado mes de agosto para denunciar su situación agravada por la enfermedad mental de su hijo esquizofrénico que necesita un control permanente en su tratamiento. Ya entonces debía cinco meses de alquiler y el propietario le había advertido que no podía continuar sin abonar la deuda.
El Ayuntamiento de Teguise, que ha pagado el alquiler en anteriores ocasiones y le ha facilitado subsidios, asegura que no puede seguir manteniendo económicamente a esta familia y que es necesario que Bárbara encuentre un empleo. Por su parte, Bárbara insiste en que sus circunstancias personales le dificultan trabajar. Argumenta que necesita un asistente social que se ocupe de su hijo esquizofrénico para que controle la toma de la medicación. Además, no dispone de coche y eso complica el desplazamiento porque los horarios de los empleos que le ofrecen, dice, no coinciden con las rutas de las guaguas.
Estos días Bárbara ha vuelto al Ayuntamiento de Teguise para solicitar colaboración a la concejalía de Asuntos Sociales que le ha derivado al alcalde del municipio, José Dimas. El edil de esta área, Francisco Delgado, duda al afrontar esta situación. Sostiene que el Ayuntamiento está dispuesto a ayudarle, como ya lo ha hecho, pero que es necesario que encuentre un empleo, porque aunque el Consistorio resuelva los problemas puntuales, Bárbara necesita una estabilidad.
La próxima semana Bárbara se reunirá con el alcalde de Teguise y desde el Ayuntamiento adelantan que es posible que le faciliten un puesto en el Consistorio. Bárbara está dispuesta a aceptarlo pero antes pide desesperandamente una alternativa a un desalojo que se va a producir en menos de 24 horas.