¿Qué sensación le produce ser la nueva directora de Salud de la isla?
Estoy muy contenta, esa es la verdad, estoy ilusionada y un poco en las nubes, porque es una responsabilidad grande y quiero estar a la altura de las circunstancias. Estoy encantada de que la consejera haya depositado su confianza en mí y espero no defraudarla y sobre todo no defraudar a los habitantes de Lanzarote, que son quienes más me preocupan.
¿Cuál es el objetivo principal que se ha marcado al frente de la sanidad lanzaroteña?
Todo lo que sea mejorar en cualquier sentido la situación de los pacientes en Lanzarote, juro que voy a luchar hasta el final. Todo lo que esté en mi mano para mejorar la sanidad de la isla, todo lo que sea tirar para nuestra casa, garantizo que lo voy a intentar con uñas y dientes, entre otras cosas porque yo también soy una beneficiada. Mis hijos viven aquí, yo soy una asegurada más, necesito lo que necesita todo el mundo y egoístamente, a mi también me interesa que mi familia esté mejor, que todos estemos mejor porque también soy parte implicada. Yo nací en Tenerife pero soy conejera porque mis hijos han crecido aquí y yo me he formado profesionalmente aquí. En los 28 años que llevo trabajando he crecido cuidando pacientes. Hay gente que ha dicho "es que es enfermera?", pues lo soy, gracias a Dios. Empecé a trabajar con 20 años y he crecido viendo a la gente morirse y viendo nacer niños, con alegrías y muchísimas tristezas. Las enfermeras vemos llorar al paciente, estamos con ellos y consolamos a las familias cuando el paciente muere y eso, te marca como persona para siempre.
¿Qué significa para usted la sanidad pública?
Es la sanidad que tenemos, independientemente de que la sanidad privada tenga su papel, yo siempre he apostado por la sanidad pública. Otra forma es que los métodos de gestión puedan venir de la empresa privada, pero nada más. Es una responsabilidad del Estado de Bienestar la salud de la gente que vive en este país. No solamente curar la enfermedad sino prevenirla, que es casi más importante. Yo soy una enfermera de la sanidad pública de toda la vida, por eso para mi significa muchísimo.
Usted forma parte de la sanidad pública actual, en la que trabaja cada día, ¿qué deficiencias tiene el sistema de salud en Lanzarote?
Las principales deficiencias aquí son de todos conocidas. Todos conocemos la falta de especialistas y ese, es el problema más difícil de acometer. No es un problema nuevo y además es común a todas las islas menores e incluso, a las mayores.
¿Piensa ya en alguna solución para esa falta de especialistas?
Independientemente de que se amplíen las plazas MIR o no, creo que la solución pasa por la incentivación de los profesionales, no sólo económica sino también profesional. Que estén a gusto, hacerles venir y conseguir que no se vayan una vez estén aquí. La consejera tiene su plan y veremos las líneas que marca para conseguir que los especialistas vengan y que no se vayan, porque si se marchan no conseguimos nada.
Hace poco las urgencias en Lanzarote han pasado por momentos de crisis: el preaviso de huelga de los trabajadores en Valterra, el cese del responsable de área en Teguise, ¿teme este tipo de conflictos?
Acabo de aterrizar y no me atrevo a opinar de un tema que no he analizado en profundidad. Pero cualquier cosa que ocurra en las urgencias me preocupa, porque las urgencias es el primer contacto que tiene el ciudadano con el sistema sanitario.
Después de muchos años haciendo trabajo de campo ahora pasa a los despachos, ¿le da nostalgia?
Me da una pena tremenda despedirme porque me encanta mi trabajo y la verdad es quevoy a echar mucho de menos a mis compañeros porque son amigos. La docencia es lo único compatible con los cargos públicos, así que mientras pueda continúo porque me gusta mucho.