La residencia Sol de Otoño ha vuelto a abrir sus puertas. En ella, viven actualmente unos "tres o cuatro" ancianos, según el consejero de Bienestar Social del Cabildo, Marciano Acuña, que asegura que el centro lo regentan ahora "otros promotores" y no el [antiguo director, Adolfo Acuña->64413]. De momento, la residencia no cuenta con los permisos necesarios pero, según el consejero, "ahora tienen dos años para acreditarse correctamente".
La Voz se trasladó hasta la residencia, ubicada cerca del barranco del Quíquere, y pese a que el consejero afirma que está abierta, tanto las puertas como las ventanas estaban cerradas y nadie respondió al timbre. Sin embargo, Acuña insiste en que "tiene conocimiento de que algunos mayores residen en Sol de Otoño". "Lo que me han comentado es que algunos promotores quieren que el centro vuelva a su actividad", señala.
En este sentido, explica que los nuevos promotores pretenden abrir la residencia como un "Centro de Estancia Singular", que albergue 15 plazas. "Es la viabilidad que les da el Gobierno de Canarias en ese espacio físico", afirma. "Desde el Cabildo, aunque no tenemos competencia en este caso, entendemos que 15 plazas es razonable, pero no 32 como estaban anteriormente. Eso nos parece una burrada, porque no iban a estar bien los ancianos", insiste el consejero.
"Ahora mismo está abierto, aunque están tramitando los permisos para habilitarse. El Gobierno de Canarias les da un margen, porque ha habido una modificación de la ley para hacer más flexible que las empresas que quieran operar en este sector puedan hacerlo. Tienen dos años de tiempo para acreditarse correctamente, siempre y cuando las deficiencias administrativas o técnicas no conlleven un trato no adecuado a los mayores", explica.
Estos "tres o cuatro ancianos" llevan desde finales de junio residiendo en "Sol de Otoño", [después de haber pasado los últimos meses en el Centro de Salud Mental Julio Santiago Obeso, en Tahíche->64684]. Antes de que se cerrara por orden judicial el centro "Sol de Otoño", en él residían 32 mayores, que fueron trasladados a la residencia de Tahíche y fueron atendidos durante este tiempo por la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de la isla (AFA Lanzarote). "La asociación logró dar respuesta a ese primer momento de angustia de las familias", indica Marci Acuña.
Pero el convenio entre Afa y el Cabildo era sólo de tres meses, prorrogables a otros tres. Por ello, durante ese tiempo se ha ido reubicando a los ancianos o a sus domicilios particulares, o principalmente a plazas privadas de la isla. Los últimos traslados se hicieron hace un mes. De esos 32 mayores, "tres o cuatro" han vuelto a "Sol de Otoño".
El caso judicial, archivado
La polémica en la residencia "Sol de Otoño" saltó en enero de 2012. [El programa "Diario de" del canal Cuatro emitió un reportaje en el que denunciaba el trato que recibían los mayores->64148]. [Fue un estudiante en prácticas quien grabó las imágenes y decidió enviarlas al programa->64161]. Tras emitirse este reportaje, se descubrió que el centro no tenía autorización para ponerse en funcionamiento, su director no había presentado ni los protocolos de actuación o los proyectos por los que debía regir la residencia y tan sólo contaba con un título de auxiliar de geriatría obtenido en Argentina, que no había sido homologado en España, según informó en su momento la Guardia Civil.
Pero es que incluso había una sentencia firme que ordenaba el cierre de la residencia en noviembre de 2011, pero éste no se ejecutó hasta que se logró reubicar a todos los ancianos. Así, pese a que el Ayuntamiento de Tías también había decretado el precinto del centro cuando saltó la polémica, éste siguió en funcionamiento hasta finales de enero.
Incluso, [la Guardia Civil imputó al director Adolfo Acuña y a otros tres trabajadores por presuntos delitos contra la integridad moral->64355]. Todos ellos tuvieron que prestar declaración ante el Juzgado Número 3 de Arrecife. También testificaron los familiares, algún anciano y el denunciante del caso. El Juzgado pidió ver las 24 horas de cinta que había grabado el estudiante en prácticas.
Tras practicar todas estas pruebas, según Marci Acuña, el Juzgado decidió sobreseer el caso. "Concluyó que no había indicios de delito en el trato a los mayores y archivó el caso en mayo, aproximadamente", anuncia el consejero.