Formar a familias en el terreno de las adopciones a menores es el objetivo del proyecto piloto, impulsado por la Consejería de Bienestardel Gobierno de Canarias, en el que han participado trece familias lanzaroteñas.
Esta iniciativa ha querido informar y orientar a los solicitantes sobre cómo deben actuar para afrontar con éxito el reto educativo de la adopción y atender a las particularidades de la parentalidad adoptiva.
"A través de este curso, se analizará la adaptación de los miembros de la unidad familiar durante los primeros seis meses desde la llegada del menor a su nuevo hogar y se estudiará las variables que determinan el grado de adaptación de las familias tras la llegada del nuevo miembro", ha indicado la consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno canario, Inés Rojas.
"Esta información orientará mejor los parámetros de idoneidad, y además, permitirá conocer las principales necesidades que presentan de cara a desarrollar en el futuro programas de apoyo post-adopción", ha explicado Rojas.
La consejera ha considerado que "esta experiencia piloto nos permitirá determinar el modelo de curso que finalmente se implante y, aunque nuestra normativa actual no lo establece, barajar si otorgar o no un carácter obligatorio a este tipo de cursos formativos".
Este curso de formación aborda temas tales como el deseo de adoptar, el abandono y sus consecuencias en los niños, la nueva familia y la construcción de los afectos, la familia y la escuela como principales contextos educativos, así como el conocimiento de la condición adoptiva y las adopciones de niños mayores y la adopción de grupos de hermanos.
Impulso a la adopción
Rojas ha explicado que este proyecto constituye una iniciativa que se suma a la labor realizada por el Gobierno canario dirigida a impulsar la adopción, especialmente la de carácter nacional en el Archipiélago.
En este sentido, ha destacado la institucionalización de un servicio único de adopciones mediante el cual, se ha beneficiado a las familias que desean adoptar un menor al simplificar los trámites administrativos y legales, a la vez que se mejora la calidad de la atención.
Además, "la consolidación de este servicio ha permitido a los adoptantes contar con un mayor conocimiento de su situación, además de con el apoyo y el asesoramiento necesario ante las diferentes eventualidades que surjan en el proceso adoptivo, con mayor propuesta de recursos de apoyo", ha subrayado.
Asimismo, se han consolidado los servicios de pre-adopción (las familias reciben la información necesaria para iniciar su expediente como adoptantes), de adopción y de pos-adopción (seguimiento de las familias y el menor una vez que el menor vive ya con su nueva familia).
En definitiva, el objetivo es velar por el interés del menor como derecho de éste a crecer y educarse en una familia que satisfaga sus necesidades; así como garantizar los diferentes servicios de post-adopción, tanto nacional como internacional, basados en criterios de asesoramiento y apoyo a la familia.