La práctica habitual de este tipo de pesca ilegal produce un daño medioambiental penalizado con sanciones administrativas, además de la consiguiente merma del sustento de pescadores legales que usan caña para ese cometido y pagan sus licencias de tercera categoría. "El Cabildo tiene muy poca competencia en materia de vigilancia en pesca", comenta el consejero insular de Pesca, Marcos Páez, que añade que "todas las denuncias públicas que se hagan sobre los casos que sean dañinos para el sector pesquero son apoyadas por el Cabildo".
Las denuncias provienen siempre de las mismas zonas. Son constantes los pescadores ilegales que faenan en Las Caletas, costa cercana al muelle de Los Mármoles, y llegan hasta Órzola. También, dicen algunos testigos "en la zona de La Santa desde San Juan hasta el mar del Cochino", e incluso en la costa de Tías.
La escasa vigilancia y el control que se hace al respecto por parte del Gobierno de Canarias, permite a muchos lucrarse de esta manera ilícita y vender en el mercado conejero la mercancía pescada, según denuncian los vecinos. "Si ese pescado se vende en Lanzarote, sin tomar en cuenta los controles de tamaño y calidad, no nos van a temblar las manos para denunciarlo desde el Cabildo, a través de la consejería de Industria y Comercio, y lo denunciaremos a la Guardia Civil", asegura Marcos Páez.
El consejero de Pesca adelantó que ese tipo de pescadores "no son muchos, son algunos en concreto que van por libre, pero estoy seguro de que van a pagar su imprudencia tarde o temprano". Páez quiso hacer un llamamiento "para que se denuncie a las personas que son parte de esas prácticas habituales que realizan unos cuantos irresponsables".
Por su parte, el Servicio de Protección de la Naturaleza asegura que tiene localizados a todos estos pescadores y no llegan a la decena en todo Lanzarote. Además, desde Seprona aclaran que todos están denunciados y este mes los pescadores de Las Caletas han recibido dos denuncias: una tramitada por la Viceconsejería de Pesca y otra por Capitanía Marítima por la ley de puertos y marina mercante, aunque los vecinos de esta zona se quejan de que sus reiteradas denuncias caen en saco roto y la situación se mantiene igual.