Las antenas de telefonía móvil no están bien vistas por la sociedad. Son muchos los que creen que son perjudiciales para la salud y que pueden generar una enfermedad. Por ello, nadie las quiere cerca de su vivienda. Mientras las compañías telefónicas se afanan en señalar que estos reparos son infundados, lo cierto es que muchos vecinos de la isla han emprendido una campaña para acabar con estos dispositivos.
Incluso, en Lanzarote se han retirado un 20 por ciento de las antenas que existían hace unos años, según el responsable de Telefónica en Canarias, Juan José Flores, que afirma que "hasta la Organización Mundial de la Salud aseguró que no existe la relación cáncer-antena de telefonía". "Si no, cualquiera que viviera cerca de una emisora de la policía, estaría expuesto a esta enfermedad", señala.
Las compañías siguen defendiendo las virtudes de estas antenas y no se explican los reparos de los ciudadanos. "Los padres del colegio de Famara exigen la retirada de la antena pero, a su vez, ponen una emisora de radio para que los niños hagan su programa. Esto emite como 100 veces más potencia que un dispositivo de telefonía móvil", asegura Flores.
"Seremos incapaces de tener conversaciones"
La retirada de tantas antenas está dejando a parte de la isla sin cobertura y esto no sólo se está notando en Famara. "Lo preocupante es que no hay crecimiento en toda la isla. Es decir, que la gente cada día demanda más cobertura, más calidad de servicio para sus smartphone que necesitan más ancho de banda. Si no se instalan más antenas y encima las que hay se retiran, seremos incapaces de mantener conversaciones vía Internet o a través del móvil", advierte, al tiempo que señala que en lugares como Arrecife, o como las localidades turísticas, "a veces se cortan las llamadas por problemas de cobertura".
Por ello, desde las compañías aseguran que Lanzarote puede "perder competitividad", ya que una isla dedicada al turismo "no puede permitirse dejar a los visitantes incomunicados". "Es como no tener agua caliente en el hotel", afirma Flores, que asegura que si esta situación no se soluciona "pronto", la isla podría sufrir graves problemas en sus telecomunicaciones.