Vicente Ramos se graduó como piloto en Jerez de la Frontera y empezó a trabajar en Iberia en 1959, volando 24.800 horas durante 22 años en varios aviones de la compañía. Vicente fue también instructor de vuelo, inspector de vuelo, jefe de flota, jefe regional de Operaciones de Iberia en Canarias y jefe del Control de Red de Canarias. Después se retiró de la profesión para participar en la creación de las Líneas Aéreas Canarias.
"Intervine en la elección de nuestros aviones, entre ellos el MD 83, el mismo tipo que se ha accidentado. Estuve en Longbeach, en la fábrica de Douglas, para poder elegir pintura, tapicería, sistemas de seguridad? Conozco muy bien el tipo de avión que se ha estrellado", comenta el ex piloto.
Ramos estuvo también presente en la comisión de investigación del trágico accidente del 27 de marzo de 1977, en el aeropuerto de Los Rodeos, donde murieron 583 personas.
Este modelo de avión ya había tenido otros accidentes, ¿debería haberse retirado antes?
Es un avión magnífico y de mucha categoría. El avión siempre está en perfectas condiciones, en caso contrario no se le da un certificado para poder volar. Decir que el avión no estaba bien es hacer conjeturas, porque eso no funciona así. Tengo amigos pilotos en Spanair y muy buenas referencias de todos ellos.
Las medidas de seguridad son muchísimas. Después del chequeo que se realiza comprobando todos los elementos que son necesarios para el despegue, cualquier piloto responsable no despega si existe cualquier indicio de que algo no vaya en perfectas condiciones. Si eso ocurre, regresa al hangar y se repara hasta que esté listo.
Ningún comandante despega sin que esté listo todo, es una persona responsable de la vida de las personas que lleva detrás.
¿Qué razones explican que un avión se caiga justo después de despegar?
Le he dado muchas vueltas al tema y no le encuentro ninguna explicación al accidente a pesar de mi experiencia. El accidente de Barajas es un caso extrañísimo. Las informaciones que se dan no tienen mucha veracidad, ya que no se sabe muy bien si llegó a estar en el aire o no.
Existe la V1, velocidad de decisión, el copiloto avisa al comandante que es el momento de decisión; si se produce cualquier anomalía se cancela el despegue, y si existe fuego no pasa nada porque hay extintores. Si se pasan uno o dos nudos de la velocidad de decisión, ya es necesario despegar. Si hay incendio se apaga y se vuelve a tomar tierra.
¿Podría ser el caos organizativo en Spanair una de las razones del accidente?
Imposible. Estamos hablando de gente cualificada y responsable, nunca me he encontrado con nadieirresponsable, pero nunca se llega hasta el punto de poder perjudicar la operación del vuelo. La situación que está viviendo Spanair no afecta al vuelo.
Una cosa son los problemas administrativos y otra cosa distinta es el accidente. Hay personas cualificadas y estoy convencido de que este hecho ha sido así.
Ahora comienzan las investigaciones desde el juzgado número 11 de Madrid con las cajas negras, ¿en qué consisten estos aparatos?
Hay un comité de investigación que ya ha recuperado las cajas negras, que en realidad son de color naranja. Son dos cajas; por un lado el flight recorder, que recoge todas las operaciones del avión, parámetros y motores de vuelo; y por otra parte está el voice recorder, encargado de recoger las conversaciones en la cabina y en la torre de control. No entiendo muy bien lo que ha ocurrido porque es casi inexplicable y no conozco un accidente parecido al de Barajas en casi 40 años de experiencia.
¿Sigue siendo seguro volar?
Ha aterrizado y despegado en barajas miles y miles de aviones, es el transporte más seguro que existe, y las estadísticas lo muestran. Yo he pasado más miedo en la carretera que mientras pilotaba el avión. El personal del avión es muy cualificado y están muy controlados, por lo que todos los detalles están siempre presentes.
Incluso, como detalle, la comida que se pone a bordo para cada tripulante técnico es diferente que la que se da al resto del avión, para evitar una posible intoxicación. Un ejemplo más de cómo se cuida hasta el último detalle en el vuelo.