El Consorcio del Agua de Lanzarote ha comunicado que "una vez ha finalizado el plazo para la presentación de candidaturas al proceso abierto de licitación para conceder la gestión del Servicio Integral del Agua en Lanzarote y La Graciosa el pasado día 28 de diciembre, que el mismo ha quedado desierto sin que se haya presentado ninguna oferta".
Desde el Consorcio se atribuye la falta de candidaturas a las dificultades que presentaban algunas de los aspectos recogidos en los Pliegos de Condiciones, "especialmente las inversiones mínimas a realizar y la exigencia de afrontar distintos cánones tanto fijos como variables de un concurso muy ventajoso para la administración pública pero complicado de asumir por los grandes operadores de este sector quienes también se enfrentan en estos momentos a una difícil situación financiera, donde los bancos, sus principales acreedores, tienen escaso margen de maniobra actualmente", indica el presidente del Cabildo y del Consorcio, Pedro San Ginés.
No obstante, y ante esta nueva situación, el Consorcio del Agua de Lanzarote "trabaja desde ya en varias posibilidades". En primer lugar la licitación mediante procedimiento negociado. El artículo 170 de RDL 3/2011 de 14 noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Contratos del Sector Público recoge que los contratos que celebren las Administraciones Públicas podrá adjudicarse mediante negociado cuando, tras haberse seguido un procedimiento abierto no se haya presentado ninguna oferta y siempre que las condiciones iniciales del contrato no se modifiquen sustancialmente. En este caso, el Consorcio invitaría a distintas empresas para que, manteniendo sustancialmente las obligaciones fijadas en los pliegos realicen ofertas.
La segunda opción consistiría en sacar nuevamente un concurso con un nuevo pliego pero en el que las condiciones fijadas anteriormente por el Consorcio y que no encontraron interés por parte de empresas sean modificadas sustancialmente. En este caso, el Consorcio debería rebajar considerablemente sus pretensiones.
Y la última opción se basaría en la liquidación de Insular de Aguas de Lanzarote y que fuera el Consorcio del Agua el que asumiera el servicio, en cuyo caso la deuda que mantiene la entidad pública sería presumiblemente trasladada a las instituciones públicas, es decir, Cabildo y Ayuntamientos".
De esta manera, "se estudia la opción más viable y factible bajo la premisa de que en ningún caso se va a entregar el servicio renunciando al interés general, y con la vista puesta en un pliego de condiciones que permita hacer frente a la deuda evitando que ésta recaiga en las administraciones y garantizando en todo momento tanto la calidad del servicio como un precio razonable del agua, además de obtener recursos adicionales para el Consorcio del Agua".