El presidente del Consejo Regulador de la Denominación Origen de Lanzarote exige a la administración que agilice la aprobación del Plan Especial de la Geria, y se eviten de una vez las continuas denuncias a los viticultores de la isla. "Ningún proyecto puede estar tramitándose durante 20 años, como lo ha estado este plan que es fundamental para un espacio emblemático de nuestra isla y para los agricultores que cultivan las parras". Según Martín, los responsables de sacarlo adelante "se han dormido" dando lugar a que el agricultor sufra denuncias del SEPRONA y otras entidades cada vez que necesita llevar a cabo una reestructuración de sus viñedos"
Miguel Martín no duda en ponerse como ejemplo y asegura que él ha sido objeto de esas denuncias. "Yo he pedido licencia hace años para poder arrancar parras viejas y poder plantar nuevasy pese al tiempo transcurrido, muchos años, no se da una respuesta. Los agricultores que además pueden acogerse asubvenciones para la reestructuración de los viñedos no pueden esperar tanto y dejar pasar las ayudas, así que acometen las mejoras", afirma. Pese a todo, el número de hectáreas dedicadas a la vid , unas 2.400 hace tan solo unos años, ha disminuido situándose por debajo de 2.000.
Segun Martín, las administraciones no han dado el empuje definitivo para aprobar el Plan especial de La Geria. Máxime, dice, cuando el pasado año "el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, que continua en el cargo, dijo que la aprobación del plan era inminente".
En sus reivindicaciones al Gobierno de Canarias, el presidente del Consejo asegura que es el momento, ahora que se negocian las ayudas de Europa para la agricultura, de que se intenten aumentar las partidas del POSEI (Programa de Opciones Específicas por la Lejanía y la Insularidad) para la uva,dado que, según Martín, hasta ahora se ha dado más importancia a otros cultivos como el plátano y el tomate. En definitiva, asegura Miguel Martín, "la uva es la hermana pobre de las ayudas".
Mirando a la vendimia
Martín muestra su optimismo con respecto a la vendimia que acaba de comenzar. "Es cierto que no es una cosecha fuerte en cuanto a cantidad, pero la uva viene bien en calidad". La menor cantidad de uvas de la próxima vendimia y el hecho de que hayan abierto nuevas bodegas en Lanzarote puede afectar al precio de la uva, aunque confía en garantizar unos mínimos al agricultor. "No se puede llegar a un acuerdo de precios, pero sí se podría establecer, como en otras ocasiones, un precio mínimo", asegura.
El presidente del Consejo confía asimismo en que este año se siga en la línea ascendente del consumo de los caldos lanzaroteños y se puedan superar las cifras de años anteriores, después de que las distintas campañas que se han puesto en marcha hayan ido dando resultados.
