La presidenta del Grupo Parlamentario Sí Podemos Canarias, María del Río, defenderá una iniciativa en la primera sesión plenaria de diciembre con el objetivo de que el Gobierno de Canarias desarrolle y ponga en marcha "programas de integración y formación" para menores extranjeros no acompañados (MENA) especialmente para quienes se encuentren "en la franja de edad entre los 16 y los 18 años".
Esta medida complementará, además, su propuesta de que la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud que dirige Noemí Santana, promueva el acogimiento familiar a través de "la figura de las familias de referencia" que asuman el papel de "tutoras de resilencia" para que "apoyen y acompañen" a estas niñas y niños, en su mayoría adolescentes, en su integración, formación y desarrollo hasta cumplir la mayoría de edad.
"Como se dice en el Plan de Acción de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia, de 1990, no hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño, de quien dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana", asegura.
Del Río recuerda que en este momento en Canarias la Dirección de General de Infancia y Familia tiene bajo su tutela alrededor de unos 400 menores extranjeros no acompañados, la mayoría procedentes del continente africano "y una gran parte de ellos tiene una edad comprendida entre los 16 y 18 años".
No son una amenaza
Para la presidenta del Grupo Parlamentario Sí Podemos Canarias, "la sociedad debe ser consciente de la situación de vulnerabilidad que viven estas criaturas, lo que supone estar en una tierra extraña, con una cultura e idioma diferentes, y sufrir manifestaciones de rechazo y hostilidad por quienes, en vez de niños o niñas en desamparo, ven en ellos una amenaza."
Por ello, y atendiendo a la propuesta de la Asociación de Mujeres Africanas de Canarias (AMAC), la iniciativa que impulsa el Grupo Parlamentario Sí Podemos Canarias busca poner en marcha proyectos "que les traten como lo que son, adolescentes en desamparo que necesitan protección y formación", toda vez que "enseñarles un oficio es lo menos que podemos hacer por ellos si queremos que puedan tener una actividad laboral que les permita ser autosuficientes y vivir dignamente".
Lejos de los mensajes xenófobos de los que alientan el odio hacia estos menores, "como el deleznable acto de quienes hace unos día lanzaron una granada al centro de menores de Hortaleza", Del Río afirma que "nuestro compromiso es conseguir que estas chicas y chicos puedan participar en esta sociedad de manera activa, con formación permanente y trabajo, colaborando en la aportación de riqueza en nuestra tierra".
"Y que cuando cumplan 18 años, si deciden regresar a sus países de origen, puedan hacerlo con una formación profesional que les permita contribuir al desarrollo de sus pueblos y mejorar la vida de sus familias", concluye Del Río.