La tesis de la alianza de civilizaciones es, según el eurodiputado, bastante importante. "Una aproximación a estos países, que son nuestros vecinos, que están ahí; estamos hablando de más de mil millones de personas a las que no se puede tratar despectivamente ni como si fuesen nuestros enemigos". En este sentido, Medina achaca el fracaso de las negociaciones con Marruecos hace seis años a la mala gestión del gobierno de Aznar: "En esta Isla durante siglos se había estado pescando en África y, de repente, en el año 1999, nos llevamos la sorpresa de que fracasan las negociaciones como consecuencia de la política del gobierno del PP de enfrentamiento con los países árabes y musulmanes".
Recuerda que "en algo poco más de un año, que es lo que lleva este gobierno en el poder, una de las cosas que ha hecho, aparte de retirarnos de la guerra, es mejorar las relaciones con los países árabes y musulmanes, y gracias a esa mejora Marruecos ha estado dispuesto a reanudar las conversaciones y se ha conseguido este acuerdo".
Las condiciones que Marruecos exigía hace seis años eran muy duras: pedían reducciones drásticas a cambio de la misma contrapartida financiera de la UE de 125 millones de euros anuales. También quería reducir a dos años la duración del nuevo acuerdo y aumentar en un 50% los cánones que los pescadores tienen que abonar para faenar en sus aguas. Pretendía que el 100% de las capturas se desembarcase en sus puertos y que el 25% de la tripulación estuviese formada por marineros marroquíes. Todos estos obstáculos han desaparecido, según Medina, gracias a una buena gestión diplomática. "En estos momentos hay una buena disposición de Marruecos a colaborar con España, y de España a colaborar con Marruecos, son nuestros vecinos y no tendría ningún sentido que mantuviéramos una actitud de enfrentamiento con ellos".
Cuestiones técnicas
Los armadores lanzaroteños confiaban en que las descargas se hicieran en la Isla. No ha podido ser. El acuerdo prevé que el primer año se tendrá que descargar en Marruecos el 25% de la carga, porcentaje que irá subiendo en los años sucesivos a 30%, 40% y 50%. Manuel Medina explica que el objetivo era "conseguir un equilibrio de forma que hubiese una actividad económica allí y una actividad económica aquí y, una parte importante, que es que siempre haya marinos marroquíes en la flota como ha habido siempre".
Esto último es lo que menos preocupa a las cofradías porque la realidad es que no hay mano de obra española disponible. "Yo conocí esta Isla cuando la ilusión de toda persona de Lanzarote era embarcarse porque era la única forma de comer, pero en este momento la gente no está dispuesta a hacer ese sacrificio y esto se convierte en una buena forma de relación, vienen aquí, nos conocemos mejor y se crea un buen ambiente", afirma.
En cuanto a los paros biológicos Medina afirma que "a todo el mundo le interesa el control, hasta los propios pescadores españoles del Cantábrico han pedido que se hagan paros porque ellos mismos tienen interés en que no se agoten los recursos. Ha habido una sobreexplotación y en estas ocasiones la UE colabora con Marruecos para que controle las capturas y el nivel de reservas que hay".
¿Reactivación del sector pesquero?
Uno de los objetivos fundamentales para los pescadores lanzaroteños era la reactivación de la flota artesanal, que salió muy perjudicada en 1999. Se mandó una flota al desguace, se cerraron cuatro fábricas de conservas y se perdieron los sardinales. Con el nuevo acuerdo veinte barcos artesanales de todo el Archipiélago podrán volver a faenar en aguas marroquíes, pero aún que da por determinar el número de barcos conejeros beneficiados.
Medina recuerda que "la economía de Lanzarote está tan volcada en el turismo en este momento que (este acuerdo) no va a producir un cambio, pero me parece importante que se mantenga el sector pesquero, igual que es importante que se mantenga un sector agrícola, es una actividad que genera empleo, no sólo en los barcos, sino también en los puertos, con los arreglos, los suministros, etcétera... genera una actividad económica que es importante para la Isla".
Europa, Marruecos, España y el Sahara Occidental
La UE pagará una compensación financiera a Marruecos de 144 millones de euros para todo el periodo del acuerdo, unos 36 millones al año. Parece algo excesivo por dejar faenar a tan sólo unos 600 pescadores. Ante esta afirmación Manuel Medina explica que "los acuerdos de pesca de la UE no van dirigidos únicamente a conseguir la pesca, sino a ayudar a los otros países, es una forma de ayuda al desarrollo". Recuerda que "en el acuerdo anterior eran 125 millones de euros anuales, ahora pasamos a 36 millones, la UE no lo justifica con que con eso pescamos, sino que además es una forma indirecta de apoyar a un país como Marruecos, que tiene una serie de problemas importantes".
El acuerdo incluye la pesca en el caladero conocido como el banco canario-sahariano, zona ocupada por Marruecos que pertenece al pueblo saharaui. Manuel Medina reconoce que "hay un problema ahí, es una de las cosas que siempre están en duda, depende del proceso de descolonización del Sahara, pero de momento Marruecos sigue siendo la potencia administradora y dispone de esos recursos". Sin embargo, dice, "no son recursos que se agoten, son reproducibles, y si no hubiese una actividad pesquera podría producirse una situación de desequilibrio en favor de una especie determinada que acabase con todas las demás".
