El cementerio de San Román está siendo testigo de un insólito y macabro suceso, que al parecer se ha originado por un problema con los nuevos nichos, que se construyeron en la pasada legislatura con fondos del Plan E. Por causas que aún deben determinarse, el líquido propio de la descomposición de los cuerpos ha salido fuera del nicho, tiñendo de rojo parte de la pared y de al menos tres lápidas.
"El olor es terrible", ha señalado a La Voz una vecina, que este lunes se ha encontrado con esta terrible estampa, y creía que lo que estaba viendo era sangre. Por su parte, el concejal de Arrecife responsable del cementerio, Rafael Juan González Robayna, ha confirmado estos hechos, que aún se están investigando para darles una solución.
"Esta mañana me lo ha comentado la técnico y ya he dicho que se pongan manos a la obra, para ver cuál es el defecto que tienen, para empezar a corregirlos", ha señalado el edil, que ha reconocido que "no es normal" que ocurra algo así.
"Está claro que algo está mal hecho"
Entre otras cosas, el Ayuntamiento tratará de determinar quién y cómo se recepcionó esa obra, que se terminó en el año 2010 con fondos del Plan para el Estímulo de la Economía y el Empleo del Gobierno central, y fue adjudicada por el Consistorio "Está claro que algo está mal hecho", sostiene Rafael Juan González.
Ahora, además de estudiar "si hay algún defecto" en los nichos afectados "para corregirlo lo más rápido posible", también tendrán que "mirar cómo está el resto", para ver si se pueden seguir utilizando los que aún estaban vacíos. "Lo importante es saber si el resto está en condiciones o no sirve ninguno", agrega el concejal.
Por lo que ha podido constatar La Voz, el problema podría haberse producido en uno de los nichos, aunque el líquido habría llegado hasta las dos lápidas que están justo debajo. En cualquier caso, el Ayuntamiento anuncia que supervisará ahora todos, "para ver cuáles están en disposición de ser usados y ver cómo se puede ir corrigiendo"