Era David contra Goliat, pero los vecinos de Las Caletas han conseguido ganar parcialmente la batalla contra Unelco, y esperan poder empezar a dormir tranquilos dentro de poco tiempo. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 3 de Las Palmas reconoce "la vulneración de los derechos fundamentales" alegada por los vecinos y responsabiliza de los perjuicios ocasionados a la propia compañía eléctrica, y a todas las administraciones que tenían que darle los permisos.
En su sentencia, el Tribunal da la razón a lo que desde hace años vienen denunciando los vecinos, ya que considera que las pruebas y mediciones que se aportaron durante el juicio demuestran que la central produce niveles de ruido, vibraciones y emisiones de gases por encima de los valores permitidos, violando así los derechos fundamentales de los vecinos y causándoles incluso problemas de salud. "El ruido puede llegar a representar un factor psicopatógeno destacado en el seno de nuestra sociedad y una fuente permanente de perturbación en la calidad de vida de los ciudadanos", subraya la sentencia.
Sin embargo, y pese a que les da la razón en sus argumentos, el fallo judicial desestima la solicitud del cierre de la central térmica formulada por los vecinos, porque "ocasionaría unos perjuicios aún mayores a los habitantes de la isla de Lanzarote e incluso a los propios habitantes de Las Caletas, que se verían privados del suministro de luz", ya que se trata de la única central eléctrica de la isla.
Lo que sí ordena la sentencia es que "tanto por parte de todas la administraciones públicas, así como de la propia Central Térmica, se adopten las medidas necesarias para corregir o paliar en lo posible los perjuicios ocasionados a los habitantes del pueblo de Las Caletas por las vibraciones, los ruidos y las emanaciones de gases que actualmente le ocasionan el funcionamiento de la Central de Punta Grande".
Además, la sentencia también da un importante tirón de orejas tanto a la compañía eléctrica como la las instituciones, al afirmar que "a lo largo de este procedimiento y de las pruebas documentales aportadas se han puesto de manifiesto las diversas irregularidades en el funcionamiento de la Central Térmica, que ha estado en funcionamiento desde hace muchos años sin haber obtenido previamente licencias e informes vinculantes sobre el impacto medioambiental, si bien hoy en día parece que se ha regularizado dicha situación".
Con respecto a la otra solicitud de la Asociación Las Caletas, que pedía una indemnización "por todos los daños y perjuicios padecidos durante más de ocho años", no ha sido atendida por el Juzgado, ya que considera que "en ningún momento se concreta el importe que interesa, ni tan siquiera las bases sobre las que debe realizarse la liquidación".
Los vecinos de la zona han recibido con satisfacción esta sentencia favorable a sus peticiones por cuanto significa un reconocimento a su
lucha llevada desde hace años.