La reunión del Consejo de la Biosfera, celebrado este viernes, se ha desarrollado con rapidez hasta en los asuntos de urgencia. Sin apenas intervenciones por parte de los miembros de la mesa, el consejero de Política Territorial, Carlos Espino, ha sacado adelante todos los asuntos previstos para la sesión meramente informativa, entre los que ha dado cuenta de la medida que tomaba, recientemente, el Cabildo al suspender la concesión de licencias y la tramitación de planes parciales. Una aparente tranquilidad que se debía a la "apatía" de los representantes de los colectivos, según parte de los asistentes. Y es que algunos de los miembros están "descontentos" y "desmotivados" por la ineficacia del Congreso.
Tras la "tensa calma" que, según Lorenzo Lemau, representante de las Asociaciones vecinales, reinaba el encuentro, éste y Nieves Rosa Hernández, presidenta de Mararía, han tomado la palabra y en nombre de varios compañeros han expuesto su insatisfacción por el comportamiento de la clase política con el Consejo. Una valoración que para Carlos Espino, encargado de presidir la mesa en ausencia de la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, que abandonó la sesión por otros compromisos,era comprensible. "Si al Consejo no se le convoca cuando termina la ronda de conversaciones es normal que la gente se queje", argumentaba Espino, sobre el retraso de la convocatoria.
La ausencia de representación política, como la del Partido Popular, y el que varios miembros de la mesa, como Pedro Hernández de Alternativa Ciudadana, Pedro Pérez de Comisiones Obreras o Marcos Páez fueran levantándose durante el transcurso de la sesión, antes de que se realizaran las votaciones, motivó que Lorenzo Lemaur pidiera la anulación de la reunión por falta de representación. Aunque finalmente no se mantuvo la propuesta, se originó un debate sobre la función del Consejo, pues momentos antes Nieves Rosa Hernández aludió también a la "desmotivación" de gran parte de los miembros de la mesa y reprochó el mecanismo de las comisiones, que considera ineficaces.
Las quejas también han sido suscitadas por la tardanza en la convocatoria del Consejo, que en un principio estaba previsto que se convocara cada tres meses. "A los partidos no les interesa que el Consejo se reúna porque les roba protagonismo", considera Lorenzo Lemaur. "Quizá no les interesa que haya mucho debate, sobre todo por el tiempo en el que estamos previo a las elecciones, y les interesa decapitar el Consejo, bien no asistiendo o no dando contenido a la sesión".
Además de la indiferencia política, algunos miembros reprochan la función de las comisiones. Según el representante de las Asociaciones vecinales, están paralizadas la mayoría de las comisiones que se habían iniciado. Tanto la comisión de Carreteras como la comisión de seguimiento del Plan General de Ordenación Urbanística de Arrecife han dejado de trabajar porque no sacaban adelante sus conclusiones. Lo mismo ocurrió con la comisión de Población y Convivencia que acordó la celebración de mesas de trabajo en el marco del Congreso de la Biosfera y que sin embargo no fueron desarrolladas.
Nieves Rosa Hernández cree que "incomoda" lo que se dice en el Consejo de la Biosfera, ya que aglutina a una gran representación social. A pesar de las protestas, la reunión concluyó con un acuerdo para celebrar una sesión extraordinaria que tratará la dimisión del redactor del PTE. Aún así, Carlos Espino aseguró al término de la reunión que "es lógico que exista desencanto" y apostilló que "quien no sea capaz de evaluar eso como cargo público, mal lo lleva".