La puerta principal del Ayuntamiento de San Bartolomé se abrió con sólo empujarla. Los desconocidos que entraron encontraron dentro de un cajón y con cierta facilidad la llave que conduce a los despachos donde se guarda la documentación municipal más importante. Estuvieron al menos media tarde dentro de la sede consistorial. Se encerraron con llave dentro de la oficina de la Intervención y revolvieron cientos de expedientes y documentación, que aparecieron desparramados por todas partes. Estas "filtraciones" de las investigaciones en torno al asalto a la sede consistorial a las que tuvo acceso La Voz fueron confirmadas a este medio por el propio alcalde, Miguel Martín.
Pero hay más: se cree que el intento por abrir la caja de seguridad donde se guarda dinero pudo haber sido un "paripé" para despistar, puesto que utilizaron un pequeño destornillador con el que es imposible hacerlo, y que dejaron sobre la mesa de un concejal.
Algunas pistas pueden dar cuenta de que eran ladrones de poca monta, muy torpes, aunque sorprende que actuaron con mucho cuidado, no dejando ni una sola huella dactilar.Por eso, la confluencia de varias cosas extrañas en el intento de robo en el Ayuntamiento de San Bartolomé tiene bastante desorientados a los investigadores del hecho, ocurrido entre el sábado día 4 y el domingo 5 pasados, y aún no se sabe con certeza si algo fue sustraído en el asalto a la sede del consistorio. De momento, personal municipal está revisando los expedientes uno a uno, para intentar establecer si falta alguno, mientras crecen las suspicacias.
"Sólo sabremos si se han llevado algo cuando pidamos un expediente y no esté, o falte parte del mismo". La frase de uno de los concejales de la oposición de San Bartolomé, José Manuel Morales, resume las sospechas generalizadas creadas tras el intento de robo perpetrado en la sede del Ayuntamiento de ese municipio durante el primer fin de semana de este mes de marzo. Un intento de robo en el que han quedado muchos cabos sueltos y sobre el cual los investigadores policiales no atinan a entender qué es lo que buscaban quienes entraron en el consistorio.
"No se puede creer que alguien con dos dedos de frente haya pensado que podía encontrar y llevarse dinero intentando forzar la caja de seguridad con un destornillador de apenas 15 centímetros, porque con esa herramienta es imposible forzar nada", sostuvo a La Voz una fuente vinculada a la investigación. El destornillador en cuestión apareció sobre la mesa del concejal de Hacienda, Javier Betancort, con restos de pintura que coinciden con la de la caja de seguridad, donde a su vez hay marcas de esa herramienta en tres partes. "Es posible que hayan intentado hacernos creer que buscaban una cosa cuando en realidad querían otra, porque si realmente entraron con la idea de forzar una caja de seguridad para robar dinero, hubieran llevado una ‘pata de cabra' o algosimilar para hacer palanca", sostuvo la fuente
El alcalde Miguel Martín confirmó, por el contrario, intentó despejar desde el primer momento cualquier duda: "Al parecer, no falta nada", sostuvo el pasado lunes día 6, pocas horas después de que al llegar al Ayuntamiento se percatara del robo, y mientras aún los agentes policiales estaban realizando las pericias en el lugar de los hechos. "Cómo podía saber que no faltaba nada si todavía estaban los investigadores dentro", bramaban con desconfianza desde la oposición.
"Puede ser de todo"
Por su parte, el concejal del Grupo de Gobierno Juan Antonio de la Hoz, no se mostraba igual de categórico. "Puede ser de todo: una simple gamberrada o que quienes hayan entrado lo hayan hecho buscando algo", sostuvo, aunque deslizando a su vez que puede haber "mucha gente, no necesariamente afín al alcalde, con interés en hacerse con alguna documentación".
En todo caso, es sorprendente la facilidad con la cual los desconocidos - los investigadores creen que han sido al menos dos- lograron entrar primero al edificio principal del Ayuntamiento, y después a varias oficinas, pese a los reiterados antecedentes de robos que hay en dependencias municipales de San Bartolomé. Los supuestos ladrones "no tuvieron más que empujar la puerta principal para poder entrar", sostuvo uno de los investigadores. Se trata de una puerta antigua, de tea, de dos hojas, que se cierra poniendo una barra por detrás, pero el viernes antes del robo, al cerrar el Ayuntamiento antes del fin de semana, "se olvidaron de poner la barra", según la misma fuente.
La incógnita de la llave
Una vez dentro, los usurpadores abrieron un par de cajones y dentro de uno de ellos, encontraron la llave de la puerta que conduce a los despachos de la Secretaría e Intervención. Para acceder a la Secretaría tuvieron que romper un vidrio para después poder abrir la puerta y entrar. Pero a la Intervención entraron directamente, ya que no hay más puerta que esa que abrieron con la llave que encontraron, y que da a las dos oficinas. Pero lo más curioso de todo es que la llave quedó del lado de adentro de esa puerta.
"Evidentemente, quienes entraron trancaron con llave la puerta de la Intervención por dentro, porque si no, la llave tendría que haber quedado por fuera", sostuvo el investigador. La pregunta que queda flotando, y a la que difícilmente se encuentra respuesta, es: ¿Si eran unos delincuentes comunes, para qué se encerraron con llave dentro de la oficina de la Intervención?
Los desconocidos también entraron en el despacho del alcalde, en la Oficina Técnica, en la de Hacienda, en el Registro y en las dependencias del concejal de Tráfico. En casi todos esos sitios, aparecieron documentación, carpetas y otros papeles desparramados por las mesas y el suelo. "Revisaron casi todo, buscando no sabemos qué", sostiene la fuente de la investigación, que además estima que los desconocidos estuvieron dentro de la sede consistorial "por lo menos durante media tarde del sábado o del domingo".
Aunque son muchas las dudas y las sospechas sobre el caso, los investigadores no descartan la hipótesis de que los autores del hecho no sean más que toxicómanos que pasaban por allí, se apoyaronen la puerta del Consistorio y como no estaba trancada, se les abrió. Una hipótesis que no obstante pierde fuerza por el hecho de que "actuaron con mucha precaución, sin dejar rastros que facilitasen su identificación, ya que no fue encontrada ni una sola huella dactilar" que ayude a las investigaciones. Por ejemplo, un cristal que quitaronentero para acceder a una de las oficinas fue cogido con mucho cuidado, y con un calcetín, para no dejar huellas.
"Será porque fueron ellos"
El alcalde de San Bartolomé, Miguel Martín, dice que está "convencido" que quienes entraron al Ayuntamiento de San Bartolomé en el primer fin de semana de marzo eran "delincuentes comunes que querían llevarse dinero". Destacó que últimamente "está habiendo muchos robos y actos de vandalismo en el municipio, en casas particulares y en otros lugares".
A su vez, en declaraciones a La Voz, sostuvo que "si desde la oposición hablan de suspicacias" sobre el asalto a la sede consistorial, "será porque han sido ellos". Y agregó: "Yo tengo llaves de todas las oficinas, y si quiero sacar algo del Ayuntamiento, puedo hacerlo sin necesidad de entrar por la fuerza".
Sin alarma pese a los reiterados robos
La sede principal del Ayuntamiento de San Bartolomé no cuenta con ningún sistema de alarma, pese a que no es la primera vez que se producen robos o intentos de éstos en dependencias de ese municipio. En diciembre pasado, coincidiendo con el inicio de la nueva crisis política en el consistorio, desconocidos entraron en la sede del Patronato de Cultura Ajey, donde se habían olvidado de cerrar la reja de la puerta, según fuentes policiales. Se llevaron el disco duro de un ordenador que contenía datos, y algunos elementos menores.
Hace tres años, la propia sede principal del Consistorio había sido objeto de otro asalto. En este caso, los delincuentes entraron por una ventana de la azotea, cuando la parte del teatro estaba en obras.
Ahora, el alcalde Miguel Martín anunció que se pondrá un sistema de alarma y cámaras de vigilancia.