EFE
Los agricultores de Canarias denunciaron ayer que venden a precios de hace 20 años, pues apenas perciben el 30 por ciento de lo que paga el consumidor, al que piden que comprueben las etiquetas porque en multitud de ocasiones compra productos de fuera del archipiélago sin saberlo.
Así lo afirmó ayer el presidente de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas en Canarias (COAG), Rafael Hernández, quien detalló que, por cada euro que se paga por un kilo de papas o por una lechuga, el agricultor apenas recibe entre 20 y 30 céntimos de euro.
Por este motivo, consideró "interesante" la propuesta de los agricultores aragoneses de poner en las etiquetas qué parte del precio va a parar a manos del trabajador de la tierra, que cada vez tiene más problemas para mantener su actividad
Así, uno de los datos del anuario presentado ayer es que el número de jóvenes que se incorporaron a la actividad en 2004 apenas fueron 75 en Canarias frente a los 300 que se jubilaron.
La pérdida de renta agraria oscila entre el 3 y el 4 por ciento, su aportación al PIB es del 4 por ciento y la superficie cultivada en Canarias es de 45.000 hectáreas, aunque en el caso de Gran Canaria, de las 35.000 de hace cuarenta años apenas quedan 9.000.
Por ello, alertó de que la agricultura no se valora en su justa medida cuando en realidad es el sustento de la sociedad y el único sector verdaderamente sostenible, a pesar de que "a los políticos las vacas les apesten", ironizó.
Hernández recordó que la FAO recomienda que cualquier población produzca al menos la mitad de la alimentación que necesita, y Canarias apenas produce un 17 por ciento de lo que consume.
Este porcentaje desciende al 4 por ciento en las carnes, aunque muchos mercados anuncien que venden "carne del país, lo que no dicen es de qué país", ironizó.
Además, aseguró que muchas de las papas para arrugar que compra el consumidor no son de Canarias, sino procedentes de Israel con el perjuicio de que sus normativas sanitarias difieren de las europeas.
De hecho, alertó, los productos fitosanitarios prohibidos en Europa se venden a países terceros a los que después se les compra la producción.
Como ejemplo del perjuicio que ello ocasiona al productor, citó que hace diez años Canarias producía 140 millones de kilos de papas y en la actualidad apenas llega a 60 millones; en Tenerife se han perdido 2.000 hectáreas de plantaciones y en Gran Canaria existen sólo 1.100 hectáreas.
El portavoz del colectivo añadió que recientemente entraron en la isla 12 contenedores con un total de 264 toneladas de papas procedente de Israel.
"Estamos hartos de que se vendan cosas de fuera como si fueran de aquí", aseveró en referencia a melones, mangos y otros productos foráneos como los 2.000 kilos de plátanos que se decomisaron en La Palma, que produce 140 millones anuales.
Hernández criticó que estos productos sean importados por los mismos empresarios que vendieron la semilla al agricultor, al que supuestamente tenía que comprar su producción, que al competir con la importación tiene que bajar precios o tirar su producción, lamentó.
A ello se suma que el Régimen Especial de Abastecimiento (REA) a su juicio no sólo no ayuda, sino que es contraproducente.
El REA, cuyo objetivo es subvencionar la importación para enriquecer la cesta de la compra, se destina básicamente a lácteos y carnes y "se cuentan con una mano" los grupos beneficiarios.
En las carnes el efecto ha sido que de las 12.500 toneladas que se produjeron en 1992 se ha pasado en una década a 2.500, de lo que culpó a las "200 pesetas" de subvención que se da a cada kilo de carne refrigerada importada