JERÓNIMO SAAVEDRA, presidente del Partido Socialista Canario (PSC)

"Lo que hizo Soria en Lanzarote fue un error garrafal. Con el rencor no se puede ser político"

"Yo no he dicho que me vaya a presentar como candidato a la presidencia del Gobierno en 2007. Lo que ocurre es que la gente tiene una imaginación tremenda"

11 de julio de 2005 (22:03 CET)
Lo que hizo Soria en Lanzarote fue un error garrafal. Con el rencor no se puede ser político
Lo que hizo Soria en Lanzarote fue un error garrafal. Con el rencor no se puede ser político

A.A./A.C.

- ¿Se ha comprado ya el traje?

- ¿Para qué?

- No se haga el ingenuo con nosotros. Dicen las buenas lenguas que va a encabezar la lista del PSC en las elecciones autonómicas de 2007 después de comprobar los datos que llegan a través de las encuestas y que les sitúan como primera fuerza en el Archipiélago.

- (Se ríe) Yo no he dicho que me vaya a presentar como candidato a la presidencia del Gobierno en 2007. Lo que ocurre es que la gente tiene una imaginación tremenda. Lo que tienen que hacer es dejarme tranquilo, porque ahora todo el mundo está con la misma cantinela. Yo estoy como estaba.

- De eso no nos cabe la menor duda, de que está como estaba.

- Lo que sí que debo reconocer es que en movimiento, presencia en actos públicos y gestiones de la más variada índole estoy no como si fuera el presidente de Canarias, como si fuera el presidente de Estados Unidos.

- Ya hemos observado que cuentan con usted para casi todo. Entrando en lo que tiene que ver con la actualidad informativa del momento, se está hablando mucho en estos días de su oposición a que sus compañeros entren el Gobierno regional. ¿Por qué?

- Porque sí, porque creo que el ciudadano de las Islas necesita tener las cosas claras y los políticos debemos facilitarles esa claridad. Llevamos desde 1993 en la oposición, y ahora no podemos aparecer unidos a CC como si no hubiera pasado nada. De la noche a la mañana porque se ha descompuesto el Gobierno no puede cambiar todo en la política canaria, y no contribuiríamos a que los ciudadanos tengan las cosas más claras entrando en el Gobierno. La sociedad tiene que tener una alternativa clara al pacto que ha habido entre CC y PP, por eso es importante que en las próximas elecciones el PSC sea ese referente, en el que los que quieren que cambien las cosas se vean reflejados. Eso sería lo bueno para nosotros y lo bueno para la democracia.

- Nos da la sensación de que usted no está al margen ni mucho menos de la polémica que se ha suscitado por la protesta empresarial por el supuesto desequilibrio inversor entre Gran Canaria y Tenerife. Y ahora decimos, ¿es que nadie se ha preguntado dentro de las dos islas capitalinas el desequilibrio inversor que existe con Lanzarote?

- Tienen toda la razón del mundo los ciudadanos de Lanzarote y de La Gomera cuando se quejan del desfase inversor que se ha producido en los últimos años, porque está claro que son las dos islas que más se han visto perjudicadas por el Gobierno. Durante muchos años ha habido quejas de los políticos lanzaroteños de todos los partidos, salvo de los que estaban en el Gobierno, porque esos han estado muditos y muditos siguen. El argumento empresarial grancanario no se tiene en pie. Son ciertas las cifras que aporta el Gobierno, y por desgracia no es la primera vez que tenemos que ver una queja como ésta. Ya sucedió cuando yo era presidente, a pesar de que se explicaba y se requetexplicaba todo. Nos venían con el cuento de la bolsa innominada, y siempre teníamos que salir con lo mismo, con que la bolsa innominada siempre tiene que existir, puesto que de lo contrario la acción del Gobierno sería de una rigidez espantosa, sin capacidad para reaccionar ante cualquier imprevisto que requiriera una modificación en los presupuestos. Necesitamos esa bolsa innominada también por la liquidación de los presupuestos, porque luego vienen las modificaciones de crédito que requieren de parlamentarios que las controlen y denuncien aquello que no está bien. Sucede que a veces se aprueban partidas de cien para destinarlas a una isla y luego resulta que las cien eran ochenta y que veinte se habían ido a otro lugar. Esa es la actividad parlamentaria, y no puede ser que algunos por intereses generales y otros por particulares monten los follones que se están montando. Está claro que ha habido desequilibrio, sobre todo en la forma, en la imagen y en los gestos, en decisiones que no tienen contenido económico pero que van creando un poso de malestar y de cabreo que provoca incomodidad. Es como lo de Socaem, que llega uno, dice que no le gustan las siglas y que no le gustan donde está ubicado y se cambia de sitio. Así empezaron con una y otra, hasta que llegamos a la historia de los perros, que tiene que ver con la finura de algunos para fastidiar. ¿Saben a qué perros me refiero, no?

- Sí, a los de la bandera canaria que ahora se quieren sustituir por siete estrellas verdes.

- Efectivamente, esos que ahora no se utilizan porque en la publicidad oficial se ponen los siete cachitos de tierra, con la corona, eso sí, porque la corona no la quitaron de milagro.

- Volviendo a lo del 93, a lo de sus muchos años de oposición, ¿no es el PSC un partido frustrado, un partido con la moral algo baja después de tantos años sin gobernar en Canarias?

- No, no, en absoluto. En Alemania, Francia y Gran Bretaña ha habido casos similares y no pasa nada, todo depende del acierto de la oposición o del acierto del que gobierna, todo además dentro de las reglas de la democracia que como sabemos todos no responde a ninguna regla matemática, no es una ciencia exacta sino una ciencia social como otra cualquiera. La finalidad del PSC es gobernar en Canarias, es su finalidad, porque el que está con nosotros para estar en la oposición es que se ha convertido en un funcionario de la política, algo que siempre he denunciado y he rechazado. El que dirija un partido con esa mentalidad está engañando a los votantes de ese partido. No podemos permitir que haya personas que piensen que como están los primeros de la lista y tienen ya garantizado su puesto como concejal o consejero ya está todo hecho. Son los del sueldito, los que se convierten en funcionarios de la política, que al final son los que la envilecen. Eso no significa que porque un partido diga que ahora no vamos a estar en el poder tenga que estar siempre disponible.

- ¿Qué es lo que vamos a tener ahora en Canaria, una ofensiva para terminar con el PP? Lo decimos porque también se lo han cargado en San Bartolomé de Tirajana.

- Bueno, esperemos que en San Bartolomé de Tirajana no haya sorpresas, porque es un municipio un poco difícil.

- Una compañera suya terminará como alcaldesa.

- Sí, una concejal socialista.

- Lo dice como con desánimo.

- Pues sí, porque a mí no me entusiasma la idea, pero cada cual que actúe como considere más oportuno. Eso sí, yo tengo derecho a opinar.

- Por cierto, ¿no le parece un poco torpe la política que está desarrollando el señor Soria en estas semanas, no le parece insólito lo que hizo en Lanzarote?

- Lo que hizo Soria en Lanzarote fue un error garrafal. Con el rencor no se puede ser político. El peor aliado de cualquier político es el rencor permanente, y siempre es mejor tomarse en frío las cosas, irse si es necesario a un SPA durante una semana para recibir masajes y chorros de agua caliente y fría. Así el político puede continuar su camino.

- Lo curioso fue lo del ya ex presidente del PP en Lanzarote Alejandro Díaz, que tuvo que reconocer que el propio Soria le había utilizado, después de mandarle a liar la que lió para luego lavarse las manos y decir poco más que él no tenía nada que ver en el asunto.

- Pues sí. Leí y oí declaraciones muy curiosas, como las que se hicieron en Gran Canaria, donde sí que es cierto que llegó a decir que el error estaba en Lanzarote, error que se había resuelto con la dimisión del supuesto responsable. Luego el supuesto responsable no pudo más y le dejó fatal.

- ¿Y cómo observa la entrada de sus compañeros en el Cabildo y en los ayuntamientos de Arrecife y San Bartolomé? Bueno, en San Bartolomé no lo sabemos todavía, no al menos mientras se realiza esta entrevista.

- Desde el comienzo de la legislatura nunca entendimos la política de alianzas que se produjo en San Bartolomé, nunca entendimos por qué no contaron con nosotros cuando éramos la fuerza política más votada. En cada isla se está actuando como cada dirección insular considera oportuno. Yo habría deseado que la presidencia del Cabildo hubiera sido socialista, pero no pudo ser.

- No pudo ser entre otras cosas por un controvertido informe de la Junta Electoral.

- Bueno, pero es que no es la primera vez que ocurre una cosa así, y habría que empezar a pensar en cambiar la ley, porque no puede ser que de las más de siete mil corporaciones locales que hay en España sólo los cabildos canarios funcionen con este tipo de mecanismo electoral.

- Cambiando otra vez de asunto, nos gustaría preguntarle por la situación de la Autoridad Portuaria de Las Palmas y por su presidente, José Manuel Arnáiz, a quien sus compañeros le han pedido la dimisión en varias ocasiones. Ahora resulta que la Autoridad Portuaria se encuentra endeudada hasta límites insospechados, y no será por todo lo que han invertido en Lanzarote, donde por no poner no nos ponen ni un pantalán de madera.

- Tienen toda la razón del mundo para enfadarse. Pero en la Autoridad Portuaria también están representadas las corporaciones de Lanzarote y de Fuerteventura, y va siendo hora ya de que empiecen a actuar en consecuencia a lo que sucede.

- Ya, pero es que sólo son dos votos por isla.

- Todos los votos son importantes en cualquier consejo de administración, y no digamos nada en este. Un consejo de administración no funciona como un parlamento, funciona con arreglo a una libertad de actuación, y de ahí no lo quita nadie hasta que acabe el mandato. A veces se ponen en representación de corporaciones a personas que no tienen ninguna capacidad, que no son capaces de leerse ni el orden del día de las sesiones.

- Gente que va para cobrar las treinta mil pesetas de antes por asistencia.

- Treinta mil no, ya se cobran cien mil por cada reunión.

- ¿Cien mil, no tiene un hueco en el PSC para nosotros, para ser representantes en la Autoridad Portuaria?

- (Se ríe de nuevo) Pues no, de momento no, pero está claro que es un chollo, porque como además se descuenta el IRPF no hay ningún misterio.

- ¿Y qué pasó cuando se puso tan feo el tema del istmo de Santa Catalina, Josefa Luzardo no le pidió consejo?

- Con el tema del istmo siempre he sabido que había que hacer obras, pero siempre conformes a la ley, tal y como se lo dije en su momento a la alcaldesa de Las Palmas, de ahí que la apoyara al principio. Lo que no era lógico es que se hiciera un conflicto con Bruselas y con el Consejo de Estado. Todavía no han desistido de sacar adelante el proyecto, porque hace poco hablé con Soria y me dijo que tenían planteado un contencioso al Tribunal Europeo utilizando un despacho de reconocido prestigio.

- Resulta extraño saber que usted habla con el señor Soria cuando sabemos que el señor Soria cada vez que habla del PSOE es para ponerlo a bajar de un burro.

- Bueno, ya va cambiando un poco. Este fin de semana leí una entrevista suya de dos páginas y me llevé una tremenda sorpresa, porque no nos mencionó ni una sola vez. El milagro ha ocurrido (se ríe). Será porque José Luis Rodríguez Zapatero va a venir a Lanzarote. Ni una mención, increíble. Ya no somos el zapatazo que oprime Canarias.

- Será porque ahora está un poco obsesionado con CC, más que nada por eso de que les echaran del Gobierno.

- Sí, por fin ha visto la luz. Además, en eso lo tiene muy claro, es toda CC. No es Mauricio sólo, es también ATI y el resto.

- Volvemos al principio de la entrevista, si le parece, para preguntarle por su futuro. Aunque se muestre reticente, nosotros sabemos que tiene perfectamente definido su futuro.

- Claro que tengo definido mi futuro. Por eso no quiero cambiar.

- ¿No es halagador que se sigan acordando de usted?

- Mucho, eso es evidente, porque nadie está a salvo de la vanidad. Pero a mí que me dejen, porque estoy empezando mis vacaciones después de hacer viajes como si tuviera cincuenta años, cuando ya tengo sesenta y nueve.

- Pero a usted le gusta moverse.

- Sí, me gusta viajar, pero ya estoy a punto de jubilarme de la universidad, que sólo me queda un curso.

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