Sólo seis u ocho garzas han pernoctado durante la última semana en los pocos árboles que quedan en el Ramírez Cerdá. El resto de la colonia, conformada por unos300 ejemplares, se ha dispersado y ha buscado otros lugares para dormir. Muchas de esas aves han pasado los últimos días sobre el tejado de las vetustas naves de la Rocar , otras tantas han encontrado un sitio sobre las grúas del muelle de Los Mármoles y otro grupo de garzas ha optado por el espacio cerca del Cabildo, preparado precisamentela institución para albergar a estas aves. Difícilmente podrían dormir sobre los árboles del Parque, dado que se han podado y talado todos los laurelesde india y se han colocado pinchos en lossiete ejemplares de araucaria que han decidido no cortar para no perderlos.
Así pues, en opinión del responsable de Parques y jardines del Ayuntamiento de Arrecife, Antonio Machín, el protocolo dispuesto para alejar las garzas del parque ha logrado, al menos en principio, su objetivo:"las garzas ya no viene al parque durante el día desde hace dos meses y hace tan sólo una semana la mayoría de ellas han dejado de venir a dormir". Pese a estas circunstancias, asegura el concejal que "los procedimientos del Cabildo van muy lentos" ya que todavía se está a la espera de los informes de Patrimonio para retirar y reponer las piedras de los parterres y las pérgolas del Parque, tal y como recomienda el informe técnico sanitario elaborado desde la primera corporación,para una completa recuperación.
Machín se queja de esa lentitud, "que no es nueva", y exige que se agilicen los procedimientos para acabar de restaurar el céntrico parque capitalino y proceder a la apertura integral de sus instalaciones. Al tiempo que se pregunta por la responsabilidad que se puede derivar de que alguna de las dos pérgolas del parquese cayera, dado que están en muy mal estado por los detritus de las aves.
De momento,apunta Machín, se han seguido todas las recomendaciones del informe sanitario, se ha procedido a talar los laureles de indias del parque, se han colocado los pinchos en los árboles para evitar que las aves se posen, también se ha retirado y repuesto medio metro cúbico de tierra vegetal, la tercera parte de las recomendaciones es la que apunta a la necesidad de retirar las piedras que bordean los parterres y las pérgolas del parque por estar en muy mal estado dañadas.Pero esta tarea no se puede acometer sin los informes de patrimonio.
El próximo miércoles los operarios del Ayuntamiento capitalino comienzan los trabajos de embellecimiento del parque y se plantarán más de ochocientasplantasde flor en los distintos jardines del Ramírez Cerdá. En definitiva, se trata de alegrar y dar color a un parque que tras la poda de los laureles de India ofrece una imagen desoladora, al menos hasta que los árboles vuelvan a retoñar, probablemente en los meses de invierno.
Los pinchos, cuyo cometido es que las aves no nidifiquen en los árboles, se irán retirando una vez que las aves pierdan la costumbre de acudir al parque.