Pueblos como Caleta Caballo no han visto jamás pasar una guagua. El Cabildo propone taxis con precio de guagua para acercar a los vecinos alejados a la parada más próxima

La odisea de tener que viajar en guagua

Incrementar las líneas y mejorar el transporte público fue una de las promesas más oídas en la campaña de las últimas elecciones. Todos los partidos políticos daban importancia a este punto que a día de hoy sigue siendo objeto ...

28 de abril de 2006 (02:17 CET)
La odisea de tener que viajar en guagua
La odisea de tener que viajar en guagua

Incrementar las líneas y mejorar el transporte público fue una de las promesas más oídas en la campaña de las últimas elecciones. Todos los partidos políticos daban importancia a este punto que a día de hoy sigue siendo objeto de críticas por parte de diferentes grupos de la oposición del Cabildo, pero sobre todo de los usuarios, que consideran que los 5 millones de euros que se han invertido en lo que va de legislatura no han servido para solucionar todas las deficiencias.

Unas deficiencias que hacen que la situación del transporte esté entre los ocho primeros problemas de la Isla que requieren una solución más urgente en opinión de los lanzaroteños, según los datos de la última encuesta de Temas Insulares del Cabildo.

Sin embargo, según el consejero de Transportes del Cabildo, Juan Pedro Hernández, en los últimos años "se han producido mejoras en el servicio de transporte público que han hecho bajar el nivel de reclamaciones en la empresa Arrecife Bus". Las mejoras se han centrado en las marquesinas y la información de horarios, el incremento de las frecuencias de algunas líneas, y la ampliación de la que une Arrecife y Playa Honda, así como la adquisición de nuevas guaguas, sobre todo para renovar la flota. Pero el consejero sabe que "hay muchos núcleos turísticos que piden más servicios", y que hay pueblos donde ni siquiera llega el servicio de guaguas. Ahí es donde está el problema más acuciante, porque "es muy difícil poner líneas donde hay uno o dos usuarios al día". Además, en la Isla está muy instaurado el uso del coche y a las administraciones se les plantea una cuestión harto difícil, que es cómo atender la demanda de los pueblos. "Es lamentable que estemos acostumbrados a coger el coche, pero si es cierto que hay que hacer mejoras para que la gente utilice más el transporte público", añade.

La cruz

Pero mientras el consejero de Transportes admite que aún hay trabajo por hacer, pero subraya que es mucho lo que se ha hecho ya, otros creen en los últimos años ni siquiera ha habido tales progresos. Es el caso por ejemplo del consejero de Alternativa Ciudadana, Pedro Hernández. Firme defensor del transporte público y otros medios de transporte alternativos al coche, considera que "si los responsables políticos entendieran, por educación, lo que significa garantizar la movilidad, y si tuvieran vergüenza, se pondrían las pilas".

En su opinión, si los ciudadanos tienen una excesiva dependencia del coche es precisamente por las carencias del transporte público y por la falta de servicios. Una cadena que cree que se debe romper no sólo por facilitar la movilidad de la población, sino también por "una cuestión de salud pública, porque hay que reducir el consumo energético y evitar el cambio climático".

Además, el consejero de Alternativa Ciudadana reivindica una mejora de estos servicios porque "el transporte público aumenta la seguridad y reduce los riesgos".

Innovadora propuesta

Para solventar el problema, la Consejería de Transportes pretende aprovechar el proyecto Auriga que desde este verano entrará en funcionamiento en la isla, para organizar el servicio de taxis aplicando las últimas tecnologías. Y según Juan Pedro Hernández, esto podría tener otra innovadora aplicación. La propuesta es que las personas que se encuentren en pequeños pueblos sin paradas, tengan un servicio de taxi que les alcance a la marquesina más cercana. Según el consejero, "sólo se pondría a disposición del usuario en casos especiales de inexistencia o escasez de servicios y pagando una tarifa similar a la de las guaguas", contemplando así la posibilidad de que el Cabildo sufrague la diferencia.

Donde hay escasa frecuencia es en pequeños pueblos, como Montaña Blanca, donde sólo pasan tres guaguas al día y ninguna los fines de semana. Pero el asunto en Caleta Caballo, en Tinajo, es peor porque allí no llega la guagua. La mayoría de los residentes en la zona poseen coche pero en algunos casos han echado de menos una parada de guaguas porque para tener conexión tienen que caminar alrededor de un kilómetro hasta llegar a la parada más cercana, situada en La Santa.

Algunos vecinos viven en este lugar porque está apartado y se disfruta de mucha tranquilidad, pero quedarse sin gasolina es algo que ha pasado alguna vez. Es el caso de Daniel, un joven que en una ocasión tuvo que ir andando a Tinajo a comprar combustible. Otros puntos son El Golfo, donde no pasan guaguas, o Masdache, en el que el servicio contempla muy poca frecuencia. Pero el servicio no sólo se basa en la frecuencia de las guaguas, sino también en las marquesinas. Existen muchas paradas en las que todavía no hay marquesinas y otras en las que sí hay cobijo, pero no existe un panel de información, lo que "nos deja a veces esperando sin saber si la guagua ya ha pasado", comenta Carmelo, de Soo. Un problema añadido, según el consejero de Alternativa Ciudadana, porque "en muchas ocasiones los ciudadanos tienen que esperar la guagua botados a la intemperie".

Los que viven allí

fotos: Javier Fuentes

Nela Rodríguez, vecina de Mozaga."Suelo usar la guagua para ir a San Bartolomé y a Arrecife, y de momento no tengo quejas porque por la carretera de Mozagas pasan más de tres guaguas al día. Lo único han sido los retrasos, pero en esta vida hay que esperar para todo y me lo tomo con paciencia".

Aníbal García, Montaña Blanca."El servicio de guaguas aquí está fatal. Suelo ir a Arrecife y a Costa Teguise. Debería haber más servicios, sobre todo los fines de semana porque no llegan guaguas. No tengo coche y necesito la guagua para moverme".

Susana, vecina de Caleta Caballo. "En todos sitios hace falta guaguas y aquí no hay ninguna parada. Tenemos que ir a la Santa a cogerla, y aunque yo tenga coche se ha echado de menos".

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