"El otro día por fin dormí del tirón" comenta Manuel Pérez, padre de Jeannette. Y es que, el Cabildo de Lanzarote, el Ayuntamiento de la capital y el de Tinajo, cada uno en la medida que pueda, se han comprometido con él para solventar el problema de su hija, una joven de Arrecife que tiene 23 primaveras y a la que las barreras arquitectónicas le impiden salir a la calle.
Jeannette sufre discapacidad mental y minusvalía física. Necesita una silla elevadora que le transporte de su casa al exterior y viceversa, ya que pesa 100 kilos y sus familiares temen que la joven se caiga por las escaleras a la hora de transportarle, pero no tienen suficiente dinero como para financiar este medio. Además, no tienen ninguna facilidad para subirle y bajarle. Manuel padece la enfermedad del Crohn y es incapacitado total y María de las Nieves, su madre, sufre lumbalgia.
Su caso se ha dado a conocer públicamente a través de los medios de comunicación y finalmente, estas tres instituciones han decidido implicarse para solucionar el problema de esta familia. María José Docal, consejera de Turismo del Cabildo de Lanzarote, se ha hecho cargo personalmente de esta situación en el Cabildo, y afirma que "se le va a intentar solucionar el problema lo antes posible, dentro de la legalidad y la administración porque ésta no es una empresa privada en la que se abre un cajón y lo abre cualquiera, tiene unos trámites". Según declara la consejera, están a la espera del presupuesto de la instalación del elevador y están buscando la manera administrativa para solucionar el problema. En el presupuesto que Manuel pidió se estimaba que se necesitaban 14.585 euros para cumplir el sueño de Jeannette.
Parece que por fin el caso de esta joven, tras muchos años de insistencia por parte de Manuel, podrá solucionarse. Por su parte, la concejala del Ayuntamiento de Arrecife, Emilia Perdomo, dice que la lucha que ha abanderado este hombre es "digna de admiración".
Sin embargo, Jeannette no es la única que sufre por no poder salir a la calle en la isla. Aitor, un chaval de 12 años de Arrecife, al igual que Jeannette, también se ve limitado a la hora de ir a la escuela o jugar con otros chavales, ya que vive en un segundo piso sin ascensor.
Padece de espina bífida (una enfermedad que afecta a la médula espinal y crea parálisis total o parcial de las piernas y alteraciones neuropsicológicas) y las trabajadoras del Servicio Canario de Salud son las encargadas de traerle y llevarle de la escuela a su casa y al revés. Pesa unos 70 kilos y cada año que pasa, la situación va a peor. Las escaleras son estrechas y él cada vez pesa más. Sus padres, Manuel Peco y Dolores, también llevan años, a través del Ayuntamiento de Arrecife, intentando buscar una solución a la situación en la que vive su hijo, pero indican que aún no les han dado una resolución que sea factible al impedimento que suponen en la vida de Aitor los 30 escalones que hay desde su vivienda de protección oficial hasta el portal, aunque Emilia Perdomo indica que "un trabajador social está trabajando en este tema".
Los servicios sociales
Estos dos casos han salido a la luz pública, pero hay muchos más en Lanzarote. Emilia Perdomo dice que en el área de Servicios Sociales del Consistorio capitalino que ella dirige, por ejemplo, este año han atendido más de cincuenta casos de "niños de edad temprana por parálisis cerebral, etc.". Asimismo, la concejala admite que en su área existen muchas dificultades para dar una resolución a todos los problemas. "Son muchos, intentamos investigar caso por caso y llegar a todos, pero en los Servicios Sociales es todo una tragedia y claro, intentamos por todos los medios solucionar los problemas, pero es tremendo" declara.
