Un individuo pasea con su perro por las inmediaciones de su vivienda. De repente, un cúmulo de papeles esparcidos por el viento le llama la atención. Intrigado, se acerca hasta ellos, para comprobar con sorpresa que se encuentra ante centenares de informes médicos.
Puede parecer el comienzo de una novela de misterio, pero es la historia que vivió el pasado martes un vecino de la localidad de Guatiza. Un total de ocho sobres, con un centenar de informes clínicos en su interior, descansaban entre colchones, muebles destrozados, y electrodomésticos inservibles, en un vertedero cercano a la urbanización Los Cocoteros. Se trataba, principalmente, de informes de analíticas realizadas en el Hospital General de Lanzarote durante el año 2002. En cada uno de los documentos, aparecen los datos personales del paciente, así como del médico que le atendió. Datos que, según la legislación, deben estar protegidos por una política de privacidad.
"No entendemos cómo ni por qué han llegado hasta aquí estos documentos", explica Pedro Moreno, gerente del Hospital General de Lanzarote. Al conocer la noticia, Moreno se puso en contacto con el personal responsable de la custodia y gestión de estos documentos. Este tipo de informes pertenecen al área de laboratorio. Su acceso está limitado al supervisor del área, al personal de laboratorio, y en última instancia, y pasado un mínimo de tres meses, a la persona encargada del servicio de recogida del residuo documental. Un servicio que está compuesto por dos trabajadores: Uno de ellos se encarga de la custodia, y el otro, de la gestión del vertido. "Existe la posibilidad de estas personas hayan delegado sus funciones", ha indicado el gerente. "Y en ese caso, el tema se nos escapa de las manos".
De momento, la reconstrucción de los hechos no está nada clara. Según la persona que halló los informes médicos, éstos "no llevaban en el vertedero más de tres días", ya que suele pasear por allí a menudo y se "habría dado cuenta antes". Sin embargo, teniendo en cuenta que estos informes datan del año 2002, y solamente se almacenan en el hospital durante tres a seis meses, "si no fueron objeto de una maniobra extraña", tal y como ha indicado el gerente del Hospital, "tuvieron que salir del edificio a principios del año 2003". La pregunta es ¿dónde han estado durante este tiempo, y por qué precisamente ahora alguien ha decidido depositar estos documentos en un vertedero incontrolado?
"No lo entendemos", ha indicado Juan Manuel Sosa, director del Área de Salud de Lanzarote. "Cuando las historias clínicas de los pacientes pasan al sistema electrónico, estos documentos físicos tienen que destruirse". Según la legislación, esta destrucción se puede llevar a cabo de dos formas: mediante incineración o mediante enterramiento. En el caso del Hospital General de Lanzarote, el sistema utilizado es el segundo. Cada tres meses, una furgoneta repleta de informes clínicos viaja hasta el vertedero de Zonzamas, donde son enterrados todos ellos. "Este tipo de documentos se puede quemar o enterrar, pero nunca depositar en vertederos incontrolados", ha añadido Pedro Moreno, gerente del Hospital.
Un asunto de suma gravedad
Tanto Pedro Moreno como Juan Manuel Sosa han insistido en la gravedad de este asunto. "Son datos privados de personas, resultados analíticos y personales que no tienen que salir a la luz pública", indicaba el gerente del Hospital General. "Imagínense que alguien accede a los datos de un conocido, evidentemente, la situación es muy grave". Por ello, con absoluta inmediatez, los responsables sanitarios han acudido a la autoridad judicial para dar parte del caso, y han presentado una denuncia en la Guardia Civil de Costa Teguise. De momento, la policía se afana en recuperar la totalidad de los informes, que rondan el millar, para estudiarlos con detalle, e investigar el caso.
"De momento, lo único que se nos ocurre es que a alguien le haya venido mejor dejarlos en este lugar que llevarlos a Zonzamas", ha especificado Moreno. "Pero tampoco esto tiene mucho sentido porque a Zonzamas se suele llevar una camioneta llena, y aquí sólo se han encontrado unos cuantos sobres". En cualquier caso, el gerente del Hospital ha insistido en que "el autor de los hechos ha incumplido la normativa legal, y por tanto, tendrá que responder".
