El plan de la naviera es que este barco realice sus descargas los viernes en lugar de los miércoles como viene haciendo hasta el momento. La consecuencia es que el reparto de los productos se retrasaría hasta el lunes puesto que durante el fin de semana no se realizaría este trabajo.
Situación
Los empresarios de la Isla mostraron su preocupación por los cambios previstos por la empresa de barcos. Además, coincidieron en señalar que las modificaciones ocasionarán grandes problemas de abastecimiento en la red de empresas insulares. En este sentido, los sectores más perjudicados serían los de la alimentación y la hostelería.
El representante del sector de mercancías perecederas, Gabriel Sánchez, destacó que el cambio afectará negativamente tanto en la calidad del servicio como en la de los productos, ya que sufrirán una merma considerable respecto a sus características actuales.
Por su parte, los representantes de la compañía naviera aludieron a razones de coste económico para llevar a cabo esta modificación. No obstante, se mostraron dispuestos a estudiar con detenimiento los argumentos del empresariado lanzaroteño. Un sector que tiene el apoyo de las instituciones insulares. De hecho, la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, apuntó la posibilidad de mantener una reunión con la dirección nacional de la naviera antes de que tomen medidas que perjudican a los intereses de la sociedad de la Isla.