Durante el pleno 'de este viernes en el Cabildo se hizo notar el malestar del Grupo del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) por carecer de despacho en la sede de la casa Cabildo desde que estallara la última crisis en la Corporación.
Esta falta de un espacio propio y la imposibilidad de conocer por ello las propuestas llevadas a pleno fue motivo para que las consejeras María José Docal y Plácida Guerra se limitaran en la mayoría de las votaciones a abstenerse.
Pero desde que las insularistas han recuperado su inscripción en las distintas comisiones informativas se muestran activas y este viernes, además de presentar varias iniciativas por escrito rescatando entre ellas el proyecto de la línea de guaguas entre Arrecife y Playa Honda, las consejeras del PIL cuestionaron la posición de los grupos políticos en el Cabildo respecto al transfuguismo político.
Tras recordar la existencia de un pacto en el ámbito nacional por el que se rechazan los pactos con tránsfugas, Docal aludió a la situación posterior a la última crisis institucional tras la que se produjo una ruptura definitiva en el PIL.
A los interrogantes planteados por las insularistas, que calificaron de "lamentables" las respuestas de cada uno de los portavoces y que consideraron cuanto menos inverosímil la situación en la que han quedado los antiguos miembros pilistas, ahora en Asamblea Por Lanzarote (APL), les siguió una reacción en cadena en la que AC acusó al PIL de acordar precisamente este tipo de pactos en 1983, el PP acusó a CC y PIL de las mismas prácticas y las insularistas volvieron a cuestionar el actual pacto tripartito del Gobierno insular.
La conclusión de la moción del PIL la definió el socialista Carlos Espino con la frase "no podemos hacer rehenes a las instituciones públicas de las crisis internas".
