El presidente del sector oficial del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), Antonio Hernández, desveló ayer que durante la agitada pasada semana los representantes del Partido Socialista Canario (PSC) les llegaron a responsabilizar directamente de la pérdida de la presidencia del Cabildo por parte de Manuel Fajardo, algo que a su juicio forma parte de la campaña de intoxicación proveniente del otro sector de su partido. Además, dejó claro que no había ningún truco detrás del deseo de dimisión expresado por sus dos consejeras en el Cabildo, que lo único que pretendieron es dar estabilidad a una institución que por unas razones u otras no la tiene.
El nuevo presidente de los independientes realizó unas interesantes declaraciones al programa Buenos Días de Radio Lanzarote en las que describió lo acontecido en el encuentro que se desarrolló el pasado fin de semana en la sede oficial que el partido que lidera Dimas Martín en su sector oficial tiene en Arrecife, encuentro al que acudió el propio líder. Para él, lo más destacado de la reunión es que allí se encontraron "los de siempre, los fieles al partido". "Estuvimos todos, y para mí fue todo un orgullo el que se celebrase un sábado por la noche y que asistiera tanta gente", comentó, comentando que los más veteranos del partido le llegaron a tachar de "loco" cuando intentó en veinticuatro horas que se organizara un encuentro de estas características.
"Les pedí a todos que fuesen porque desgraciadamente ha habido cosas que aclarar, no me podía quedar quieto ante determinadas cosas que se habían publicado". Con estas palabras avanzó lo que para él fue una mala interpretación por parte de la prensa de la renuncia de María José Docal y Plácida Guerra en el Cabildo, al entender que no fue una maniobra de última hora. "Lo hicimos porque el Partido Socialista se dirigió el mismo jueves por la mañana a nosotros, diciéndonos que por culpa de los del PIL no podían llevar a cabo ese contrato tripartito que mantenían", expuso, dando a entender que los socialistas les responsabilizaban de que Manuel Fajardo no obtuviera la presidencia de la Primera Corporación insular.
Hernández resaltó que esta versión es la que le vendieron "nuestros tránsfugas" a los socialistas, "que ellos no querían dimitir en cadena para que la presidencia cayera en la persona de Manuel Fajardo". Así, resaltó que en ningún caso se llegó a producir esta desestabilización, puesto que muy al contrario desde un primer momento abogaron por que el Cabildo adquiriera de forma inmediata una tranquilidad que no ha tenido a lo largo de la legislatura. "Nosotros no íbamos a poner ningún impedimento, porque queríamos ser honestos incluso con aquellos que no nos creían", comentó dejando claro que no se escondía ninguna maniobra secreta de despiste en la dimisión de sus dos consejeras.
En su opinión, el PIL oficial no podía permitir a estas alturas que una sombra de duda tan alargada como esta quedara afianzada en una sociedad que ya de por sí tiene una opinión muy crítica sobre sus políticos, de ahí que convocara el encuentro.
