El polémico Plan Especial del Puerto de Arrecife (PEPA) aprobado en los últimos meses de María Isabel Déniz como alcaldesa va a cambiar. Ya no habrá ampliación de la zona de contenedores y por tanto tampoco el relleno que podía afectar al entorno del Castillo de San José, ni tampoco un puente para unir el puerto con el Charco de San Ginés. El borrador del proyecto modificado "cuenta con un amplio consenso", o al menos, eso es lo que ha dicho este martes por la mañana el presidente de la Autoridad Portuaria, Javier Sánchez Simón.
Según ha explicado Sánchez Simón, la Cámara de Comercio, entidad con la que se reunía a primera hora de la mañana, ha impulsado una importante modificación del Plan Director del puerto de Arrecife, un plan que determina los usos del puerto, entre otras cuestiones,y que incluye a su vez el PEPA, el plan que determina el futuro del puerto desde el punto de vista urbanístico y que también registrará "cambios bastante importantes de lo que se ha aprobado hasta ahora", tal como declaraba a La Voz el presidente de la Autoridad Portuaria.
El proyecto es sólo un borrado pero "bastante realizable con independencia de que los estudios técnicos den la razón", y cuenta a su favor con un punto importante: "ha unificado criterios de las fuerzas políticas", afirmaba Sánchez Simón. Las corporaciones implicadas ya lo conocen y la Autoridad Portuaria, consciente de que las obras del puerto de Arrecife "no pueden retrasarse más", ha adelantado que se llevarán a cabo en fases, es decir, aquello que ya se aprobó y que no necesite una modificación se irá ejecutando.
"El puerto de Arrecife se ha convertido en un proyecto colectivo que tendrá un nuevo dique de cruceros, una nueva estación y un futuro en el que haya acuerdo entre todas las fuerzas políticas". El problema es el dinero. Y es que cada kilómetro de dique cuesta 60 millones de euros "y son unos cuantos kilómetros los que se van a hacer", comentaba Sánchez Simón. La financiación para la obra vendrá por una doble vía: de fondos europeos y de recursos propios del Puerto.
Los cruceristas, bien atendidos
Cuando el próximo jueves los turistas pongan pie en tierra lanzaroteña después de viajar a bordo de un crucero, se encontraran con el nuevo centro de atención a cruceristas en el Puerto de Los Mármoles que este martes abría sus puertas por primera vez al presidente de la Autoridad Portuaria, a Manuela Armas, presidenta del Cabildo, y a la consejera del Patronato de Turismo, María José Docal, encargados de inaugurarlo.
El edificio, situado en la antigua Estación Marítima de Los Mármoles, que cuenta con 398 metros cuadrados de superficie repartidos en dos plantas, va a albergar "un centro de información turística absolutamente avanzado", según Sánchez Simón, que va a ayudar a "favorecer el desarrollo turístico de Lanzarote".
Lanzarote ha recibido 210.000 cruceristas en 2007, un 27,5 por ciento más que en 2006 y este centro, según las autoridades presentes, viene a prestar una serie de servicios que necesitan los visitantes que toman contacto con Lanzarote a través del puerto. Pero el reparto de competencias entre la Autoridad Portuaria y el Patronato de Turismo en cuanto a los servicios que se van a prestar desde este centro, no se ha decidido aún ya que el convenio que este martes iban a firmar ambas instituciones para dejar claras esas competencias se ha retrasado hasta obtener el visto bueno del consejo de la Autoridad Portuaria del próximo 3 de marzo.
Arreglo de la grieta
El presidente de la Autoridad Portuaria también explicó en su comparecencia cómo arreglarán la grieta de tres centímetros abierta en el muelle de Los Mármoles impidiendo el funcionamiento de la grúa de carga y descarga. Según Sánchez Simón, después de que se haya estudiado el origen de la abertura y sus posibles soluciones, la más recomendable y la que se va a llevar a cabo, es el cambio en la guía carril con el fin de que la grúa pueda trabajar "lo antes posibles", en un plazo que no superará los tres meses.
Si continúan los problemas la Autoridad Portuaria se decantará por hacer un cosido de la grieta para que no se separe más, pero esta sería una obra mucho más largas. Y en último término, si esta medida no fuera suficiente sería necesario un cosido vertical, así lo ha llamado Sánchez Simón, quetendría un coste económico y de tiempo, muy superior.