El Parlamento de Canarias dedica su Belén de estas navidades a La Graciosa cuando se cumple un año de la consideración de esta isla como la octava del archipiélago tras la aprobación y entrada en vigor del nuevo Estatuto de Autonomía.
La obra ha sido realizada por el maestro belenista grancanario Fernando Benítez y se presentó este martes, 10 de diciembre, a las 20:15 horas en un acto abierto a la ciudadanía.
El patio de la sede de la institución y la calle Teobaldo Power quedaron abarrotados por las muchas personas que no quisieron perderse este arranque de la navidad, que contó con la actuación musical de Achamán Jóvenes Sabandeños.
Junto al presidente de la Cámara, Gustavo Matos, intervinieron en la presentación del Belén el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Dolores Corujo, y el alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort. Los cuatro coincidieron en destacar el "gran trabajo" realizado por el maestro belenista grancanario Fernando Benítez con la creación de una obra con la que el Parlamento ha querido rendir homenaje a La Graciosa, cuando se cumple un año de su consideración como octava isla con la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía.
Durante la actuación del grupo Achamán Jóvenes Sabandeños, que interpretó un repertorio folklórico y navideño, el público asistente pudo degustar un chocolate caliente.
"Un reto desde el corazón"
Fernando Benítez afirma que se ha "dejado el alma" en este trabajo. "El Belén del Parlamento es muy especial para mí, algo de mucha responsabilidad", confiesa este artista que no niega el cierto miedo inicial que le provocó este reto que ha afrontado desde el corazón. "La Graciosa es una isla bellísima, pero de un paisaje escueto y marcado, un paisaje de playas al que no estoy acostumbrado". No obstante, el cariño que le ha puesto a todo el trabajo, su experiencia y profesionalidad ha dado como resultado un Belén "diferente, muy bonito".
La representación se abre con una escena costera de la isla, donde se ve una playa que se extiende y su núcleo principal, Caleta de Sebo, con su casitas pintadas de blanco y las puertas de azul. A continuación se observa una parte más rocosa, que corresponde a la zona de Montaña Amarilla, donde se ve la anunciación del ángel a los pastores en una roca. En este caso no hay ganado, sino que los personajes vienen del mar con cestas de pescado.
El pasaje es muy severo en cuanto a la vegetación, que resulta muy austera pero marcada por un interesante color de las rocas. Las figuras han sido confeccionadas con los sombreros típicos de los pescadores de La Gracosa, al igual que las ropas de las mujeres, con vistosos coloridos y los delantales enterizos que los diferencia del resto de vestimentas de las islas.
Continúa la escena con los barcos varados en la arena, las mujeres cosiendo las redes, los hombres limpiando el pescado y con cestos rebosantes tras la pesca. Al final, en una gruta que se prolonga y sale hacia el mar, aparece la escena del nacimiento, con la Virgen meciendo al Niño de una forma muy tenue, San José abrazado a ella y los Reyes Magos llegando a ese lugar.
Los Reyes realizan unos movimientos muy bonitos y se ve a Melchor ofreciendo su cofre, a Baltasar con el incensario perfumando la escena bajo la atenta mirada de los pescadores de La Graciosa mientras hacen su trabajo.