"Misión cumplida". Quien habla es Matías Curbelo, mano derecha de Dimas Martín y asesor del Patronato de Turismo. Su teléfono está pinchado por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y en su conversación habla con Segundo Rodríguez, ex vicepresidente socialista del Cabildo. La operación que ha llevado a cabo con éxito es el cobro de una cantidad de dinero por parte del empresario Jorge Álvarez, que tiene varias empresas relacionadas con la recogida de residuos.
Según el atestado policial, Álvarez pretende lograr la concesión del servicio de basuras del Ayuntamiento de Yaiza, para lo cual está intentando ponerse en contacto con la entonces alcaldesa, Gladys Acuña. Curbelo y Rodríguez le ayudarían a lograr una cita con Acuña y, para ello, hablarían con Dimas, que trataría de "influir" en la primer edil, con el fin de que ésta decidiera adjudicarle el servicio a Álvarez. El negocio de la basura se ponía en marcha.
Esto se desprende de una de las partes del sumario de la Operación "Unión", en el que la UCO investiga este asunto. La trama, para los agentes, está clara: "Estamos ante un nuevo supuesto en el que Dimas Martín, utilizando una vez más como intermediario a Matías Curbelo, y en este caso además a Segundo Rodríguez, está solicitando comisiones presuntamente ilegales a un empresario de Las Palmas (Jorge Álvarez), a cambio de influir sobre la alcaldesa de Yaiza para que le adjudique a empresas de su grupo familiar la concesión para la retirada de basuras de dicho municipio".
"Por lo visto hay perras"
La primera llamada que pone a los agentes sobre la pista la mantienen Curbelo y Dimas. En ella, el asesor del Patronato de Turismo le dice al líder del PIL: "Don Camilo está interesado? en, en comprar la concesión de lo de la basura de Yaiza. Por lo visto hay perras". A esto, Dimas responde: "Pues que se la compre y después llegue a un acuerdo con nosotros". Del hombre que hablan es Camilo Álvarez, padre de Jorge, y dueño del grupo CAS. Esta empresa opera en gran parte de Lanzarote, en especial para ayuntamientos, bien con la recogida de basuras, con la limpieza municipal o de los colegios.Ahora, algunos consistorios ya han secuestrado su servicio, por las huelgas que han emprendido los trabajadores del grupo.
Tras esta conversación entre Curbelo y Dimas, el líder del PIL se pone en contacto con Gladys Acuña y le dice que "le ha llamado Camilo y que quiere comprarle la concesión a Pedro Santana (actual adjudicatario del servicio de basuras)". Sin embargo, según el atestado policial, Acuña "en principio le dice que no" e, incluso, Dimas admite que la alcaldesa "está bastante reacia al tema".
Los contactos finalmente no se producen con Camilo, sino con su hijo Jorge. Estos hechos se descubren en una de las conversaciones que mantienen Matías Curbelo y Segundo Rodríguez, que tienen los teléfonos intervenidos. Ambos están preparando un viaje a Cuba y, cuando hablan sobre este tema, aparece el nombre de Jorge Álvarez. Con él, según los informes de la UCO, están intentando citarse para que les haga "una entrega de dinero, que no quieren hacer por transferencia, sino solamente en mano".
En estas charlas telefónicas hablan de "un millón de pesetas", aunque la Guardia Civil considera que "el pago que va a efectuar Jorge es de un importe considerablemente mayor". "Pero de él, Matías y Segundo se van a quedar con una comisión de 6.000 euros por su participación en la intermediación. El dinero lo piensan destinar a pagar los gastos del viaje a Cuba, de ahí la razón de tanta urgencia", según los agentes.
Cita en Guacimeta
A ambos se les nota nerviosos en las conversaciones, puesto que no pueden quedar con Álvarez y necesitan el dinero antes de emprender su viaje a Cuba. "A ver si este jodido nos va a dejar colgados", le dice Rodríguez a Matías, a lo que éste último responde "No, no, Jorge no nos deja colgados". La cuestión es que no consiguen encontrar un punto en común para hacer efectiva esta entrega de dinero, ya que unos viven en Lanzarote y el empresario reside en Las Palmas. Tras muchas llamadas, Álvarez decide viajar a la isla y queda con Matías en el aeropuerto, donde la UCO monta un dispositivo de vigilancia.
Es 29 de abril de 2009, apenas un mes antes de que la Operación "Unión" desembarque en Arrecife. Según el informe de los agentes, Jorge Álvarez aterriza portando un periódico en la mano. Se acerca a la cafetería de la Terminal 2, donde toma un café con Matías Curbelo. El empresario se levanta con el diario y se va al aseo. Sale del baño, vuelve a sentarse y lo deja sobre la mesa. Los agentes pudieron "observar sin ningún género de dudas cómo en el interior del periódico se encuentra un sobre de color blanco".
Unos 20 minutos después, Álvarez se levanta y se va hacia la salida de vuelos, "dejando el periódico sobre la mesa, que recoge Matías antes de irse también". Tras esto llega la llamada de Curbelo a Rodríguez: "Misión cumplida".
Destino del dinero
Las declaraciones de los implicados en este asunto no aclaran por qué Curbelo y Rodríguez exigieron este dinero a Álvarez y tampoco qué hicieron con él. Según el testimonio de Álvarez ante el juez instructor César Romero Pamparacuatro, le dio dinero a Matías Curbelo porque "le dijo que estaba enfermo". No obstante, según Curbelo, el dinero era para "para ayudarle a pagar el viaje a Cuba". "Fue una donación", afirmó. Pero la versión cambia según quién declara, y en el caso de Segundo Rodríguez, éste aseguró que Álvarez vino a Lanzarote "a traerle el dinero que debía al hijo de Matías.
Respecto al dinero, los agentes controlaron los equipajes de Curbelo y Rodríguez en el aeropuerto de Barajas, cuando hacían escala para viajar a La Habana, sin el conocimiento de estos dos implicados. Hallaron en la maleta del ex vicepresidente del Cabildo 2.700 euros. Además, en el registro que realizaron en su casa el día que estalló la Operación "Unión", encontraron 76.205 euros en su caja fuerte.
Por otra parte, en esta trama también aparecen los concejales del PIL del Ayuntamiento de Arrecife, Ubaldo Becerra y José Miguel Rodríguez, aunque la UCO no "tiene claro el papel que pudieran tener en esta operativa". Ambos concejales salen en esta parte del informe, porque Matías Curbelo se dirigió a la casa de José Miguel Rodríguez, donde también se encontraba Becerra, justo después de que cobrara en el aeropuerto la supuesta comisión ilegal. Según la declaración de Ubaldo Becerra, Matías Curbelo fue a casa de Rodríguez para hablar sobre otra comisión supuestamente ilegal, que habrían exigido a Juan Antonio Castellano, uno de los dos denunciantes de la Operación "Unión".
No obstante, los agentes de la UCO apuntan a que "casi con total seguridad" el motivo de la visita de Curbelo era repartir el dinero que le entregó el día anterior Álvarez, "en agradecimiento por alguna gestión ya realizada o pendiente de realizar" por este empresario en el Ayuntamiento de Arrecife.
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