El fiscal del caso de Michael Robson ha solicitado al término del juicio cuatro años más de cárcel para el masajista que supuestamente se hacía pasar por médico, condición que supuestamente aprovechaba para realizar tocamientos íntimos a algunas de sus pacientes. Esta decisión se ha tomado después de casi tres horas de sesión en la que cuatro de las denunciantes han testificado ante la juez.
En un principio, se había solicitado una pena de multa de veinte meses con una cuota diaria de doce euros por cada uno de los cuatro casos de abuso sexual con supuestos tocamientos, cuatro años de prisión por un caso de abuso sexual con penetración vaginal y nueve meses de pena por intrusismo en la profesión médica. Sin embargo, tras escuchar el testimonio de Jane. I. M., quien afirmó que entre los masajes que recibió hubo algunos intravaginales, el fiscal consideró un cambio en el delito, solicitándose cuatro años más de prisión, ya que los abusos sexuales se consideran de más gravedad cuando el acceso carnal es vaginal, bucal o anal.
La versión del Michael Robson
Michael Robson se ha mostrado contundente a la hora de asegurar su inocencia. Durante el juicio celebrado este martes ha negado haber abusado sexualmente de las seis mujeres que le han denunciado, asegurando que los masajes se limitaban a las zonas de "espalda, hombros, piernas y pies". Asimismo, aseguró que las mujeres se encontraban en todo momento tapadas por toallas y con la ropa interior puesta.
El supuesto doctor también ha negado haber mantenido ninguna terapia sexual con las pacientes. Uno de los motivos por los que la defensa del acusado solicita su absolución se basa en la "ausencia de credibilidad subjetiva", es decir, en la posibilidad de que estas denuncias sean fruto de una venganza, ya que dos de las denunciantes trabajaron con el supuesto doctor, y más tarde, perdieron esta relación laboral tras una fuerte discusión.
"La verdad es que lo que relatan (las denunciantes) es digno de la mejor imaginación de cualquiera de los guionistas pornográficos de este país", expresaba el abogado defensor del acusado, José Manuel Sanchís, a la salida del juicio. Sanchís argumenta con las relaciones existentes entre las ex pacientes, la posibilidad de una venganza de las mismas contra Robson. "No hay ningún tipo de intimidación (en los supuestos abusos), y ese tipo de cosas se denuncian al día siguiente de ocurrir, no dos años más tarde", añade el abogado. "Además, se le condene o no, este señor ya ha sido juzgado públicamente, a través de un juicio paralelo en algunos medios de comunicación".
Michael Robson estuvo en prisión provisional durante nueve meses, de septiembre de 2004 a junio de 2005. "En caso de resultar inocente, ¿quién le va a devolver esos nueve meses de libertad?", se preguntaba su abogado.
Los testimonios de las pacientes
Sally A. G. tenía problemas en la nuca y la espalda, por lo que decidió acudir a un tratamiento de reflexoterapia en el Hotel Costa Volcán, donde se puso en manos de Michael Robson. En las dos primeras sesiones recibió un masaje en las zonas afectadas, sin embargo, en la tercera visita, que también sería la última, la paciente se sintió "incómoda" por la actitud del supuesto doctor, que masajeó zonas que "no eran correctas", tal y como ha declarado la testigo ante la juez.
El relato se repite en boca de Susana P. "Al principio lo consideré un caso aislado, pensé que sólo me había ocurrido a mí, y por ello no denuncié; luego me enteré de que estaba pasando de forma regular, por lo que me di cuenta de la importancia que podía tener mi denuncia".
En un primer momento, ninguna de las pacientes denunció al supuesto agresor, según sus testimonios, bien por falta de información o por miedo. Dianne T. A. ha reltado que ocultó el episodio a su marido y no se animaba a denunciar, sin embargo, después de ponerse en contacto con Jane I. M, y de que ésta le insistiera, decidió acudir al juzgado.
Su testimonio ha sido el que ha provocado un cambio en la solicitud del fiscal, añadiendo cuatro años más de prisión para el supuesto doctor. Jane I. M, gravemente afectada durante el juicio, narraba como tras una sesión de sauna y ducha, Michael Robson le había realizado un masaje en el que rozó zonas como "los pechos y la vagina".
Las dos partes del juicio han tenido que prescindir de una de las testigos, Debora J. W., que al parecer, actualmente se encuentra en Inglaterra. Durante la sesión, la denunciante ha explicado, a través de una declaración escrita, cómo el masajista británico la "penetró en el jacuzzi del Hotel Volcán". En 2003, el propio Robson le había impartido un curso de reflexoterapia y le había entregado un diploma para poder trabajar con él.
El Colegio de Médicos de Las Palmas
El Colegio de Médicos de Las Palmas se ha personado en el caso como acusación particular, después de conocer las denuncias interpuestas por las ex pacientes de Michael Robson. "La persona a la que se acusa estuvo realizando actos médicos sin estar en posesión del título, y además se atribuía públicamente esta condición", ha explicado Luis Montesdeoca, abogado del Colegio de Médicos de Las Palmas. "Si lo hubiéramos sabido antes, hubiéramos iniciado la acción también mucho antes". El Colegio de Médicos pide la pena máxima por intrusismo: dos años de cárcel. "No hay que olvidar que el abuso sexual se produjo dentro del marco de la relación médico-paciente", explica el abogado.