El Consejo Insular de Aguas de Lanzarote ha iniciado un plan de actuaciones en barrancos para evitar desbordamientos e inundaciones cuando se produzcan episodios lluviosos. De momento, se está trabajando en los barrancos ubicados en el municipio de Haría, el de Tenegüime y el de Órzola.
De sus presupuestos, el Consejo Insular de Aguas ha destinado un total de 170.000 euros aproximadamente para ejecutar los trabajos que han comenzado en estos días y que finalizarán en cinco meses, en el caso de Tenegüime, y en ocho semanas con respecto al de Órzola.
El barranco de Órzola, cuyo lecho se encuentra deteriorado y en ciertos puntos se muestra intransitable cuando llueve, será sometido a un acondicionamiento y mejora con objeto de evitar que los caminos de accesos a las viviendas colindantes se vean afectados, como ocurre hasta ahora. De esta manera, se intentará que tenga las óptimas condiciones para su uso.
Las actuaciones comprenden la reposición y refuerzo de los muros de piedra que delimitan el cauce del barranco y el refuerzo del lecho. Los trabajos más destacados se centran en un tramo de 200 metros que discurren desde el cruce del camino de acceso al depósito de Inalsa, ubicado en el lugar, hasta la zona final de las edificaciones existentes. El proyecto de acondicionamiento del Barranco de Órzola tiene una inversión de poco más de 46.000 euros.
Barranco de Tenegüime
Por otro lado, y de forma simultánea, han comenzado los trabajos que permitirán evitar las inundaciones que sufren algunos vecinos y fincas del pueblo de Mala, en Haría, cuando llueve intensamente, como ocurrió en febrero del año 2005 cuando Lanzarote sufrió un fuerte temporal de lluvias que ocasionó daños considerables en viviendas colindantes al barranco de Tenegüime.
El proyecto en ejecución, que cuenta con una inversión de 130.000 euros, se prolongará durante cinco meses y consiste en la canalización de las aguas pluviales del barranco, concretamente en dos de sus tramos en los que el peligro de inundaciones por precipitaciones es más notable. Además de la canalización de unos 100 metros aproximadamente de cauce, se procederá a la construcción de un azud que retenga los arrastres producidos por las escorrentías, entre otras actuaciones.