La Mesa Insular de Medio Ambiente realiza su primer encuentro tras firmar el protocolo de constitución

El Cabildo dicta una normativa para combatir el picudo rojo

El Cabildo ha aprobado una resolución de carácter ejecutivo en defensa de los palmerales de la Isla que establece una serie de recomendaciones ante el riesgo de que el picudo rojo pudiera afectarles. La norma será ...

8 de febrero de 2006 (19:48 CET)
El Cabildo dicta una normativa para combatir el picudo rojo
El Cabildo dicta una normativa para combatir el picudo rojo

El Cabildo ha aprobado una resolución de carácter ejecutivo en defensa de los palmerales de la Isla que establece una serie de recomendaciones ante el riesgo de que el picudo rojo pudiera afectarles. La norma será elevada a bando municipal por cada Ayuntamiento, según acuerdo de la Mesa Insular de Medio Ambiente celebrada este jueves.

La normativa establece que ante la detección de alguna planta o grupo de plantas afectadas por esta plaga, se establecerá un área de vigilancia intensiva de 1 kilómetro de radio alrededor, con el objetivo de inspeccionar la totalidad de las palmeras existentes en esa área.

Asimismo, habrá un área de vigilancia de 3 kilómetros alrededor del foco inicial para buscar posibles palmeras afectadas, un área de protección de 5 kilómetros de radio y un área de seguridad de 10 kilómetros.

Por su parte, los productores, comerciantes y particulares propietarios de palmeras, así como las corporaciones locales, deberán vigilar y prospectar la vigilancia de este organismo nocivo.

Además, se prohíbe, temporalmente, la tala y poda de ejemplares de Phoenix, permitiéndose únicamente, la corta de hojas secas o senescentes. En el caso de que sea necesario cortar hojas verdes, la cicatriz será tratada con un aceite mineral de verano y, posteriormente, se le aplicará pintura al aceite. También se prohíbe la corta de palmitos y la utilización de hojas de palmeras para la ornamentación de fiestas y otros eventos.

Otros aspectos

El traslado de palmeras en la Isla se podrá realizar previa solicitud al Cabildo de Lanzarote, indicando lugar de procedencia, fecha del traslado y emplazamiento.

Esta normativa establece la obligatoriedad y el procedimiento de destrucción de las palmeras afectadas por constituir un grave peligro de difusión.

Aquellos ejemplares sin síntomas aparentes que pudieran estar afectados o no y fueran susceptibles de ser salvados, deberán ser sometidos a un tratamiento fitosanitario adecuado.

Finalmente, el consejero de Medio Ambiente, Carlos Espino, apuntó que desde Lanzarote realizarán acciones de solidaridad con Gran Canaria y Fuerteventura, islas donde ha llegado la plaga. "Lo hacemos para erradicar la plaga y por un instinto de conservación ya que si se erradica evitaremos que llegue a Lanzarote", aseguró Carlos Espino.

Mesa Insular

La firma del protocolo de constitución y actuación por parte del consejero de Política Territorial, Medio Ambiente y Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote, Carlos Espino, y los concejales del área de los ayuntamientos de la Isla, ha abierto la primera sesión de la Mesa Insular de Medio Ambiente.

Además de la plaga de picudo rojo se habló de otros temas como el tratamiento de los vehículos fuera de uso. Al respecto, Carlos Espino afirmó: "Pese a no ser de nuestra competencia, entendemos que Lanzarote debe dar una respuesta a este problema. Hemos hablado de la preocupación de todos los municipios en relación a este asunto, y hemos decidido continuar con las gestiones iniciadas para darle una salida urgente". En ese sentido, Carlos Espino confirmó que existe "una solicitud de una empresa privada aunque no está totalmente documentada".

Asimismo, la Mesa trató las consecuencias de la extracción de áridos en Lomo Camacho y la puesta en marcha de un proyecto de restauración del área. El consejero del área señaló al respecto que están a la espera de solicitar la documentación necesaria para presentar una propuesta conjunta entre el Ayuntamiento de Teguise y el Cabildo de Lanzarote.

Las intervenciones serán acordes al paisaje que se dé en cada área. "Si son laderas mordidas, habrá que rellenar con materiales apropiados. En cambio, si son extracciones a cielo abierto, habrá que rellenar con escombros cuanto antes, porque incluso, estamos hablando de un problema de seguridad ciudadana", concluyó Carlos Espino.

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