Aunque la romería comenzó oficialmente en 1988, desde que la Virgen realizó el milagro y logró parar la lava, se ha peregrinado a Mancha Blanca. "Cuando mi familia no iba a la ermita, nos poníamos a la orilla de la carretera con mi abuela para ver pasar a los peregrinos", indicala exconsejera de Cultura Chana Perera. En esto, también hace hincapié el párroco de Tinajo Santiago Quintana Díaz. "De siempre venían los peregrinos caminando desde todos los puntos de la isla, venían miles de ellos. Comenzarían a venir desde que se produjeron las erupciones volcánicas", señala.
Ahora la romería de Los Dolores es bastante distinta de lo que fue en su día. Mientras Chana Perera asegura que todavía "se mantiene la devoción", Santiago Quintana pide a los que no creen en la Virgen que respeten las tradiciones. "Esto no se puede convertir en una ronería", denuncia el párroco.
Sin embargo, Perera sigue creyendo en la bondad de todos los romeros que se acercan a Mancha Blanca y les pide que sepan transmitir "el espíritu generoso a las futuras generaciones". "Los padres llevan hasta a sus bebés vestidos de romeros y eso es precioso. Eso ya está consolidado en el corazón del alma conejera, es el pueblo quien lo mueve", subraya Perera, que asegura que los conejeros tiene a la Virgen de Los Dolores como "su protectora y su madre".
Tanto Chana Perera como Santiago Quintana piden a todos los romeros que "tengan cuidado", que "respeten las tradiciones" y que "se impregnen de la devoción de la Virgen". "Quiero que la gente vaya a Mancha Blanca con ese espíritu de amor y devoción que representa la Virgen", pide Perera.
"Las obras pasan, los edificios se caen, el cemento se corrompe, pero el espíritu de Mancha Blanca, bajo el manto de la virgen de Los Dolores, jamás pasará. Ahí está representada el alma conejera, las noblezas del pueblo de Lanzarote", ensalza Chana Perera.