Dieciséis días después de que el incendio de Inalsa desabasteciera de agua prácticamente toda la Isla, las secuelas de la "sequía" se siguen notando en algunas zonas de Tinajo, donde el agua llega con baja presión o algunos días "ni llega", según ha confirmado el Ayuntamiento. Si bien es cierto que el suministro ya se ha reestablecido y que funcionan los cinco módulos de la planta a pleno rendimiento, la consejera delegada de Inalsa, Plácida Guerra, reconoce que después de estas semanas "irregulares en la distribución" la normalización "es más complicada, sobre todo, en algunos puntos de Lanzarote".
Y es que los cortes de agua provocaron que se agotaran las reservas de los aljibes, por lo que una vez restablecido el servicio, volver a llenarlos aumenta considerablemente el consumo y, de nuevo, pone a prueba la capacidad de la empresa pública de agua, que es insuficiente, tanto en la producción que "es muy ajustada", como en la reserva "que sólo tiene para una día y medio", subraya Plácida Guerra.
En este sentido, la consejera ha vuelto a hacer hincapié en la urgencia de mejorar las infraestructuras. "Los depósitos de reserva, también, están en mal estado, y la red es antigua", argumenta Plácida Guerra. "Parar la distribución rompió el equilibrio, especialmente en zonas altas que han sido las más afectadas", explica la consejera que a su vez, ha hecho referencia al informe que van a enviar al Gobierno de Canarias sobre las necesidades de la Isla en esta materia.
