La avería, según el testimonio de la directora insular de Salud, fue detectada por un trabajador del Hospital en una inspección rutinaria y estuvo producida por la rotura de un tubo de aire acondicionado que goteaba sobre el equipo electrógeno SAI (Sistema de Alimentación Ininterrumpida) que resultó dañado. Una dato que contrasta con las informaciones relativas a la incidencia de las fuertes lluvias en la consecución de la avería.
Según ha asegurado Costa, este equipo cuesta 20.000 euros, en lugar de los 60.000 euros que se dijeron en un principio, y permite dar autonomía eléctrica durante unos minutos a distintos aparatos del centro hospitalario, en el caso de que se produzca un corte en el suministro. El Hospital José Molina Orosa cuenta con distintos SAIs en lugares claves como la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) o los diferentes quirófanos, entre otros.
El aparato eléctrico dañado ya ha sido enviado para su reparación que costará un total de 10.000 euros, según informaba Costa.